Desde el primer instante sobre el escenario, Yelle dejó en claro que el Lunario del Audiorio Nacional se convertiría en una pista de baile. Los años han pasado, pero el peculiar beat francés sigue provocando que las caderas se muevan al por mayor.
Desde el primer instante sobre el escenario, Yelle dejó en claro que el Lunario del Audiorio Nacional se convertiría en una pista de baile. Los años han pasado, pero el peculiar beat francés sigue provocando que las caderas se muevan al por mayor.