Retos para Norteamérica: Copa Mundial 2018
"Estados Unidos, junto con México y Canadá, acaban de obtener la Copa Mundial. ¡Felicitaciones, un gran acuerdo de arduo trabajo!"
Donald Trump
Este 13 de julio, en los cuarteles de la FIFA, ocurrió un hecho trascendental: la primera ocasión en que tres países organizarán una Copa Mundial de Fútbol. Estados Unidos, Canadá y México han demostrado una fuerte colaboración multilateral para promover el proyecto norteamericano.
Este impresionante proyecto rumbo al 2026 constará de ochenta partidos donde cuarenta y ocho equipos competirán por la Copa Mundial. Esta oportunidad permite impulsar la hospitalidad de los países participantes además de potenciar el turismo, ya que a este territorio norteamericano abarca desde la región subártica canadiense hasta la Península de Yucatán le sobran atractivos, incluso para los turistas más exigentes.
Ante este optimista escenario se presenta el muro de las dificultades en las relaciones regionales. La complejidad de la relación comercial entre Canadá y México y Estados Unidos, así como las próximas elecciones en México, abonan a la construcción de un panorama lleno de incertidumbre.
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido, en muchos aspectos, controversial. Además de la complejidad que implica la discusión de temas en las negociaciones, las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empeoran la situación con México y con Canadá. A finales de mayo, Estados Unidos colocó aranceles a sus aliados exportadores de acero y aluminio y, días después, el presidente estadounidense tuvo roces directamente con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Con México, la relación ha estado marcada por un continuo ataque por parte del ejecutivo estadounidense desde el día uno de su campaña electoral.
En el caso de México, el próximo 1° de julio se llevarán a cabo elecciones federales. Las encuestas arrojan que el primer y segundo lugar están ocupados por los candidatos de la oposición: Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés. La transición política en México significa un cambio de dirección en la política exterior que domina sobre la diplomacia y el multilateralismo. Este hecho es trascendental para la consecución de proyectos como la próxima Copa del Mundo, tanto en las relaciones bilaterales con Estados Unidos y con Canadá, como en la colaboración en asociaciones internacionales –entre ellas, la FIFA–.
Ni el presidente Trump ni el próximo presidente de México gobernarán en sus países para el 2026. Sin embargo, los avances o retrocesos actuales en la relación tripartita configurarán el escenario para que estos realicen proyectos donde la cooperación y la diplomacia son esenciales.
Este suceso en la FIFA es una muestra de la importancia que tiene América del Norte como una región de vanguardia. Así como lo fue en los años noventa en el ámbito del libre comercio, en esta ocasión el juego entre los tres países norteamericanos permitirá mostrar una fuerte unidad ante un mundo que día con día se regionaliza –entre otros ejemplos, la Unión Europea en lo político o el MERCOSUR en lo comercial–, haciendo multitemática la relación.
Mientras tanto, el partido en el que juegan Estados Unidos, Canadá y México proyecta un marcador negativo, pues el primero mete múltiples autogoles en la portería norteamericana. Se espera que para el 2026 las relaciones con la potencia mundial sean más positivas, y que algo se diga de la participación canadiense y mexicana: que, de los ochenta partidos, los veinte que les tocan sean significativos.
Encuentra a Aarón Cortés en Twitter