Conoce a Eleonora Pucci, la responsable de "desempolvar" el David de Miguel Ángel
Cada año alrededor de un millón de personas se reúnen en Florencia para poder visitar una de las obras de arte más reconocidas del mundo, el David de Miguel Ángel.
Con cinco metros de altura, 5,500 kilos de peso y esculpido en su totalidad en mármol blanco, el David es una de las obras más reconocidas del arquitecto, escultor y pintor italiano Miguel Ángel. Creada entre los años 1501 y 1504, es considerada como una de las obras más emblemáticas del Renacimiento.
Debido a su importancia histórica y cultural mantener esta estatua en buenas condiciones es una de las tareas más importantes de la Galería de la Academia de Florencia.
Este trabajo no puede ser hecho por cualquier persona y aquí es cuando entra Eleonora Pucci, restauradora y “desempolvadora” oficial de David y otras estatuas expuestas en la galería.
En una entrevista con el Seattle Times, Pucci compartió un poco sobre el proceso mental y físico que conlleva su trabajo. Su esfuerzo comienza desde la mañana comparando imágenes fotográficas para checar si ha habido cambios o deterioración en el mármol.
Después de esto ojo a ojo con el gigante blanco, Pucci comienza a quitar con un pincel las partículas de polvo de la cabeza del David. Solo desempolvar la cabeza lleva toda la mañana.
En sus propias palabras, Pucci dice lo siguiente “sacar el polvo del David, genera gran emoción y admiración por un artista capaz de crear tanta belleza en piedra.
Asimismo, comentó que el estar tan cerca de tales obras como el David o los Prisioneros (también de Miguel Ángel) provoca una reflexión sobre cómo el artista se sentía o pensaba durante el momento de su creación. En sus palabras dijo lo siguiente: “Puedes ver su técnica, las marcas de su cincel. Entras en su proceso mental. Te da una idea de cómo se acercó al mármol para dejar salir las figuras que creía que estaban atrapadas dentro de la piedra”.
Mucha gente puede ir a ver el David en todo su espectacularidad pero son pocos los privilegiados que pueden estar ojo a ojo con la obra de Miguel Ángel y tocarla. Sin embargo personas como Eleonora Pucci nos pueden compartir sobre sus experiencias y darnos un vistazo en la mente del genio que las creó.
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