¿Por qué México es de los países que consumen más música darks ?

Quizás es porque nuestra cultura tiene una extraña atracción a temas lúgubres, tan solo basta pensar en nuestra manera de digerir, celebrar y temerle a la muerte, que sucede desde tiempos ancestrales y ahora se traduce en un folclor pastiche de lo que hoy en día es Día de Muertos.

ADN de los mexicanos

Quizás nos gusta la música oscura porque es una forma inconsciente de sobrellevar la oscuridad permanente del contexto político y social que domina en los últimos años. O quizás, es porque nosotros los mexicanos bailamos “hasta el himno nacional” y por qué no bailar al ritmo de bajos que hacen cimbrar el cuerpo y oído (bajos muy, muy bajos, al son de voces etéreas, llenas de eco y un misterio que nos hace mover las melenas.

El hecho es que la oscuridad, aunque no lo parezca a simple vista, está entretejida en el ADN de los mexicanos, tan así que la oferta de conciertos y música dark- categoría en la que entran géneros como el post-punk, el coldwave, witch house, EBM hasta el new wave - es cada vez más amplia. Sin embargo, nunca antes se había visto tanta agrupación de góticos y vampiros melómanos en México, ni siquiera en el nacimiento de estos géneros y en los mejores momentos del Real Under. Estamos viviendo un renacimiento recargado de la música gótica: llena de sintetizadores, voces lúgubres, ropa negra, entre otros accesorios característicos.

Renacer de lo dark clásico

El año pasado surgió el Cntrl Fest, primera edición del ahora llamado CMD_Fest donde los personajes más “vampirescos y bizarros” de la CDMX -y otros vampiros disfrazados en la piel de gente común y godinez- bailamos extasiados con chela en mano al ritmo de leyendas como Gary Numan, Decada 2, Front 242 y Luke Vibert.

Esta vez, la cita fue en el Frontón México, un venue de conciertos bastante nuevo y muy bien adaptado que recibió a todos los fans de los artistas que se iban a presentar de la tarde hasta la madrugada del 28 de septiembre del 2019, entre los cuales perfilaron una variedad de artistas: desde proyectos consolidados y reconocidos como Boy Harsher, leyendas como Nitzer Ebb y Daniel Miller, hasta artistas no tan reconocidos en la escena del mismo nicho dark como The Golden Filter o Kap Bambino. La electrónica “oscura” está creciendo en estos últimos años bastante y CMD_Fest es el lugar perfecto para vivir esta ola nueva de música fresca.

¡El momento vampiro!

Eran las tres de la tarde, y en las calles aledañas al Monumento de la Revolución empezaban a desfilar personas con atuendos oscuros y característicos como los estoperoles, argollas, botas industriales, cortes de pelo únicos y labios pintados negro. El Frontón México se empezó a llenar a partir de las 3:30, donde la gente llegaba emocionada y para ver a Boy Harsher, un dueto de Estados Unidos que hizo brillar el lugar con luces neón mientras todos empezaban a menear la cabeza.

El tiempo dentro de ahí pasó volando y la gente entró en un trance único: era una ceremonia en todo el sentido de la palabra. El sonido limpio y excelente del lugar hicieron del momento algo perfecto y emocionante durante 40 minutos. El público coreó canciones como “Fate, Pain y Motion”

Con la pulsera de reingreso, era posible salir a comer y regresar listos para bailar nuevamente, las fondas cercanas estaban a reventar llenas de náufragos sudados y bailados del CMD_Fest listos para comer. Mientras comía un sope y bebía una cerveza con mi novio y amigos, coreábamos en la fonda la música que nos pusieron los meseros. Ver a un “grupo de inadaptados” en una comunión, comiendo, bailando y cantando juntos es algo único de ver. “Esto es como Año Nuevo para los góticos” le dije a mi novio que se rió y asintió.

Actuaciones sobresalientes

Pepe Mogt y Ramón Amezcua, integrantes de Bostich + Fussible sorprendieron a los asistentes con un estilo nuevo que no obstante, no pierde el toque que caracteriza al colectivo Nortec. The Golden Filter hizo que la gente volviera a entrar en un tipo de trance donde las cabezas y brazos se meneaban al ritmo de los hits de la banda junto con canciones nuevas de su último álbum Autonomy.

Con Adult, la gente se empezó a “debrayar”. Como si se tratara de una escena de una película de Gaspar Noé. La gente empezaba a volverse una misma con la música, algunos empezaban a sentarse del cansancio mientras que otros movían su cuerpo de una manera que parecía que representaban bailes “ritualisticos”.

Las “drogas y el alcohol empezaron a distorsionar las caras” de algunos en la muchedumbre, mientras que otros tantos veían con concentración a los artistas y se sumergían en una contemplación aislada a la locura de alrededor.

Adult definitivamente fue un acto que creó emociones intensas en los oyentes. Nicola Kuperus se veía conmovida, ante la emoción que se sentía en el lugar. Acto seguido, la gente empezó a salir del venue para recargar energías. Las calles estaban llenas de gente conviviendo, fumando y bailando como si el CMD_Fest no se limitara al venue.

Las leyendas no podían faltar

Daniel Miller, la leyenda de Mute Records se hizo presente con un set que voló cabezas y le dió un giro fresco, metiendo sintetizadores y elementos de música electrónica un poco más house.

A las 11:25, Nitzer Ebb tomó control del escenario, la primera banda del festival en incorporar instrumentos para su set, los fans gritaban con pasión las letras de hits como “Join in the Chant” y “Let Your Body Learn”. Tr/St enamoró al público con música de su último álbum, el cuál no tocó en su visita pasada a la ciudad por la Semana Indie Rocks! Poco a poco el venue se vaciaba.

12 horas seguidas de música energizaban a algunos y otros iban cayendo como si se tratara de un maratón, pero las sonrisas y la energía se sentía todavía presente. A las 2:30, el piso estaba pegajoso pero la gente seguía brincando, entre los restos de lo que fueron 12 horas de fiesta, la gente seguía bailando y moviéndose con el witch house de Kap Bambino, que nos trajeron un show excelente para cerrar con broche de oro esta ocasión tan única. Con delineador negro corrido, sudor y sonrisas en la cara, la gente dejó atrás esta magnífica segunda edición del CMD_Fest.

Fotos Eduardo Lujano

Me atrevo a decir que el CMD_F2019 ya es un evento especial para los consumidores de esta música, de este estilo de vida y que bien podría convertirse en una tradición cada año.