Por Julio Lorea (@cdsylps) La aparición de Flying Lotus allá por 2006 no cambió la vida de nadie. Su visión de hip hop instrumental avant-garde ya había tomado lugar la década anterior con gente como Prefuse73, Madlib, Spectre, J Dilla, y un puñado más de productores de Warp, Ninja Tune, Anti, et al. No fue sino hasta tiempo después –algún momento entre 2008 y 2009– que Steven Ellison a.k.a. Flying Lotus decidió crear algo que se convertiría en su obra maestra; un álbum tan complejo como accesible que por fin lo acercaba de manera digna a su antepasado más relevante: Alice Coltrane. Flying Lotus logró empatar todo el misticismo que envuelve a Alice en ese perpetuo viaje astral, que a su vez es una introspección hacia el interior del ser mismo. Claro, antes de emprender su propia travesía, Flying Lotus buscó su propio camino, definiendo el sonido que lo identificará por siempre. Con rumbo a su presentación en el Festival Ceremonia, analizamos el estilo de Flying Lotus año por año, desde 2006, para darnos una idea de qué esperar de su set en directo este próximo sábado.
1983 (2006, Plug Research)
Predeciblemente, 1983 no suena a 1983 –al menos no de primera mano–, pero sí suena muy apegado a Prefuse73 circa 2003. No solo es el sonido estilizado del teclado de videojuegos (ahí está la referencia a los 80s), pero el flow mismo de las producciones recuerda pasajes casi exactos de One Word Extinguisher (2003, Warp).
Reset (2007, Warp)
Encontrando un hogar en el sello Warp, no en su sello subsidiario Plug Research, Reset presenta un ligero cambio de coordenadas para Ellison: pasando del hip hop al R&B-Funk en “Tea Leaf Dancers”, o marcando el beat Drum & Bass en “Vegas Collie”, la paleta de sonidos es evidentemente mucho más amplia, y también más personal en su interpretación de influencias.
Los Angeles (2008, Warp)
Encontrando caminos que finalmente lo llevarían a su gran obra, Los Angeles encuentra a un Flying Lotus dispuesto a absorber estilos tan lejanos a su usual cut-up, como Moondog en “Melt”, con un beat extraño e hipnotizante. El uso de sub-bajo en tracks como “Riot” o “GNG BNG” (una de las mejores producciones de Flying Lotus a la fecha) también es otro heads up a lo que vendría un par de años adelante. Muchas canciones aún parecen deudores del sonido de Reset, sin embargo, en esta ocasión parecen más bien puntos de partida que destinos. El sonido en general tiende hacia la expansión más que a la concreción –como fue el caso de Reset–; las atmósferas y capas de la producción son cada vez más complejas y difíciles de clasificar. Pero la sorpresa más grande en Los Angeles viene en “Auntie’s Lock/Infinitum”, un track de pop lisérgico que avanza con lentitud pero seguro de su belleza.
Glendale Galleria (2009, Tectonic)
Maestro del disfraz, Flying Lotus presenta un corte algo predecible para el influyente sello Tectonic. Una pieza que sin duda recuerda el sonido de Zomby en su debut –y despedida en 2008–, en Hyperdub (en particular al track “Test Me For A Reason”), en que a su vez recuerda los beats de sampleos de videojuegos de Burial en ‘Untrue’. Se puede decir que este fue su track UK Funky. El split venía compartido con uno grande del género: Joker.
Cosmogramma (2010, Warp)
Poliédrico, polirítmico, complejo y accesible, Cosmogramma no pierde un segundo en hacer su statement: Space is the place. Cosmogramma es un álbum concepto sobre el origen del universo. Si el álbum está o no a la altura del concepto, bueno, no es cosa de este post. Lo que es cierto es que Flying Lotus logró crear su propio universo. Cosmogramma acerca de la manera más honesta a ese gran tótem, Alice Coltrane, y sus prácticas meditativas vía el Free Jazz-Trance, también practicado con John y Ravi Coltrane. “Clock Catcher” arranca con un evidente guiño UK Funky, pero pronto se mueve a territorio Improv con arreglos de guitarra que bien podrían ser samples de Bill Orcut. Los beats suelen buscar inspiración en Drum & Bass, pero por la forma en que son continuamente cortados, tal vez la inspiración fue el break beat. Los temas en su mayoría son muy cortos y Flying Lotus trata de empacar la mayor cantidad de elementos en cada uno. El tracklist de Cosmogramma nos deja ver que esta vez el relato de la creación no está acomodado cronológicamente (el track “Intro” es el 4). Prácticamente todos los cortes son producto de colaboraciones. Esto da un sentimiento de multiplicidad no sólo en términos de diseño; la personalidad de Cosmogramma también se dobla y desdobla de muchas formas y en muchos ángulos. “And The World Laughs With You”, el track donde la voz de Thom Yorke se funde entre los sintetizadores difuminados, parece ser un mensaje en la escena de música moderna de baile inglesa: Flying Lotus también puede ser cutting edge. Colaboración puntual se requirió de Ravi Coltrane; tracks como “Arkestry” y “German Haircut” definitivamente demuestran la necesidad y lo lógico de tenerlo a bordo.
Until The Quiet Comes (2012, Warp)
Con un número igualmente grande de colaboradores, pero con intenciones completamente distintas, Until The Quiet Comes es un aterrizar de nuevo en la tierra. Hay elementos predecibles: el murmullo de voz y el arpa de Cosmogramma muestran a Flying Lotus relajado y concentrado en un ejercicio de estilo propio.