El regreso de Titán

Titán: En la mitología griega, los titanes y titánides (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad de oro; sexta luna de Júpiter, que es la más grande de su sistema de satélites.

Titán es una verdadera banda de culto en México. Hay fans que aún no se reponen por el impacto de Elevator (Tómbola - EMI, 1999), y los internacionales elogios que significó este álbum para ellos: Titán fue la banda telonera del primer concierto de Blur en la Ciudad de México en noviembre de aquel 1999.

Elevator se editó en Japón. Era el tiempo del resurgimiento del lounge, de los sonidos retro y sus actitudes sesenteras y setenteras; eran los años de Plastilina Mosh, de la formación de Sussie 4, de los primeros pininos de Telefunka y Nortec Collective; era la época del Easy Melodias! Faltaba todavía bastante tiempo para que el Instituto Mexicano del Sonido o Sonido Changorama llegaran a inundar la radio y los festivales.

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Uno de los primeros que formo la escena nacional electrónica, fue Titán. Trío que se entiende en cuatro fases, así como el rise and fall lunar, la banda que ahora es comandada por Jay de la Cueva, tuvo su momento de luna nueva a mitad de los noventa, cuando fueron producidos por Paco Huidobro (Fobia) y editados por Discos Culebra -entonces uno de los sellos de rock en español más poderosos de América Latina- en su primer álbum Terrodisco (Culebra, 1994), resultó ser una fresca propuesta de beats sintéticos de afro ritmos, latin, lounge, retro y guitarras distorsionadas.

https://m.youtube.com/watch?v=rBENWDKgjX0

Cuando Discos Culebra desapareció, Titán entró en su segunda fase lunar: el cuarto creciente.  Un giro drástico al timón de este viaje entre gigantes, hizo que la alineación original cambiara: Emilio Acevedo y Adrián Lede integraron a Jay de Cueva, en sustitución de su bajista Andrés Sánchez. Con escepticismo por el origen musical de Jay de la Cueva -él era parte fundamental del grupo infantil Microchips-, el renacido trío editó el ya mencionado Elevator.

Tómbola Records -sello de EMI Music- apostó mucho por el éxito de Titán. En Europa y Estados Unidos fue lanzado por Grand Royal, sello propiedad de los Bestie Boys.

https://m.youtube.com/watch?v=cn9Bz6c-674

Temas como “Corazón” (con sampleo de Carol King) “C´mon Feel theNoise” y “Vaquero” entre otras, formaron parte del soundtrack del fin del siglo pasado, en la cultura popular de nuestro país.

Aquí comienza la fase de la luna llena de Titán. Fue entonces que la banda entró en un descanso para dar los frutos del éxito sembrado con su segundo álbum: Julian Lede crea a Silverio, artista fundamental del extinto sello independiente Suave; Jay de la Cueva forma Moderatto, una parodia al glam rock, que pretendía satirizar la escena del pop. Sin embargo el éxito comercial de su fórmula de covers y actitud glamera, focalizó los esfuerzos creativos y empresariales del también baterista de Fobia. Emilio Acevedo se metió en la producción de nuevos proyectos emparentados más con otras fases bailables y retro de lo electrónico, principalmente el high energy, así surgió Sonido Lasser Drakar y luego María Daniela y su Sonido Lasser.

https://m.youtube.com/watch?v=aSBQfLAwPdw

Para 2004, el cuarto menguante de este trío dejó la dura lección a sus creadores, de la fase de recesión de las compañías de discos. Con el nacimiento de Nuevos Ricos, disquera independiente que tenía como objetivo editar música electrónica nacional y europea, que hacía burla a la clase social que compra obras de arte a altísimos precios. Titán fue la cabeza del lanzamiento de este sello con su tercer álbum, el homónimo Titán (Nuevos Ricos, EMI Music).

El tercer álbum de la banda nos dejaba claro el liderato creativo de Jay de la Cueva, aunque en esencia es una síntesis del lustro anterior a su lanzamiento. El álbum está lleno de fuerza, de energía. Como si hubiera estado contenida durante esos cinco años de silencio. Hay beats más fuertes, con elementos de high energy, riffs procesados, como inspirados en los glameros que rememoraba Moderatto; había mucha energía como bailar estilo el “Yepa yepa yepa” de Silverio.

https://m.youtube.com/watch?v=zYUasCK0lzA

A pesar de ser un disco bien logrado y diferente a sus dos predecesores, es probable que haya tardado mucho tiempo en ser lanzado: las cosas eran diferentes, las disqueras estaban en crisis acelerada, y la generación de grupos y artistas a la que pertenecía Titán se estancaba en la repetición de sus fórmulas antaña de éxito. Sumado a lo anterior, los nuevos grupos que proponían frescas ideas, precisamente lo hacían por no estar sofocados por  la autocomplacencia del éxito mediocre, del que pecan casi todos los rockeros nacionales.

Nuevos Ricos cerró sus puertas: Luego del tercer álbum de Titán cada uno de sus integrantes siguió su camino.

Ha transcurrido una década, el doble de tiempo que han durado los silencios de la banda. En diez años las cosas son radicalmente distintas a sus tres fases lunares anteriores. No son los años de la bonanza de Terrodisco, tampoco son los años del impulso mundial de Elevator, ni la época de la crisis más dura de la industria discográfica. 

La cuarta fase de esta luna de Júpiter inicia en 2016. Como el infinito círculo de la vida, este ciclo de renovación y muerte que se simboliza por una serpiente que se muerde la cola, anunció el regreso del trío a penas unos días antes de su presentación en Ceremonia 2016.

https://m.youtube.com/watch?v=2CNcF-gFrT0

https://m.youtube.com/watch?v=tA_3blyzAU4

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