Vince Lombardi en su cortometraje "Segundo Esfuerzo", de 1968, habló sobre los principios que existen en el fútbol americano y como pueden ser aplicados en la vida en general, específicamente a ventas en la película. Uno de estos principios, en palabras del mítico coach, puede resultar contradictorio, explicando la relación amor-odio que existe con el rival: "si queremos al rival porque respetamos su integridad, su capacidad y su dignidad humana, aunque también se odia por ser el primer obstáculo para que alguien llegue al éxito". Cincuenta años después, el amor se encuentra en una fase de eclipse total en los corazones de los Patriotas y de los Potros en la víspera de su tercer Campeonato de Conferencia en 12 años. El odio todo lo contrario.
Desde 1967, antes incluso del primer enfrentamiento oficial entre la nueva y unificada NFL, los Colts, entonces de Baltimore, han ido casco a casco contra los oriundos de Boston, teniendo su primer enfrentamiento en una pretemporada en el estadio Harvard, con triunfo equino 33-3. Desde entonces, las citas entre ambos son duelos para la historia, que en varias ocasiones, significan la apertura o cierre de un ciclo en las instituciones.
En 1970, la NFL y la AFL deciden conformarse en una liga y tras el nuevo acomodo, los Colts pasaron a ser parte de la División Este de la ahora Conferencia Americana, compartiendo departamento con los Delfines de Miami, los Jets de Nueva York, los Bills de Buffalo y exacto, los Patriotas de Nueva Inglaterra. Ahora los duelos se darían por pares cada temporada.
Caen las últimas hojas del otoño de 1983 en Baltimore y sin saberlo, los fanáticos de aquella ciudad de Maryland están por ver el último juego de sus Colts en la ciudad, por supuesto, frente a los Patriots. En un duelo cerrado, de choque y de pocas pinceladas de fantasía, los equinos despidieron la que fue su cede por casi 50 años con un triunfo 12-7. Una victoria con poco sabor en ese momento para luego tomar su lugar en la nostalgia tras una mudanza a escondidas. De pronto la rivalidad encontró su nuevo epicentro en Indianápolis.
Al año siguiente, ya con el RCA Dome de la capital de Indiana como la sede de los Potros, Raymond Berry, quien fuera ídolo y Salón de la Fama de los otros Baltimore Colts enfrentó a su ex equipo vestido de Patriota, aunque como head coach. El antiguo receptor favorito del también celebre Johnny Unitas vengó a la vieja sede, con un lapidario 50-17 y el odio hacia Nueva Inglaterra ya no era sólo cosa de Divisiones.
Entre los 80 y los 90, el único atractivo de estos duelos era los saber quien terminaría en la mitad o debajo de ella al final de la temporada. Todo cambio a finales del siglo, con una nueva era para ambas escuadras, cuando los Pats dirigidos por Bill Parcells llegaron incluso al Súper Bowl XXXI perdiendo con Green Bay, aunque tomando un rol protagónico, Y los Potros comenzaron desde cero con un mariscal de campo con sangre de NFL, un tal Peyton Manning. La calma que precede la tormenta.
Corre la semana 3 de la temporada 2001 de la NFL, Drew Bledsoe, quarterback titular de los Patriots se lesiona y entra a suplirlo un novato desconocido, escogido en la sexta ronda del draft con mas dudas que certezas, alguien llamado Tom Brady. En ese momento, ni Peyton Manning tuvo reflectores en el primer encuentro entre los dos futuros Salón de la Fama y con una actuación formidable, Brady se aferró a la titularidad tras derrotar a Indy 44-13, y como dicen "el resto es historia".
En 2002, con la llegada de los Texans de Houston, la NFL volvió a acomodarse de nuevo y esto significó no ver dos duelos por año entre Pats y Colts, aunque partir del siguiente año, los duelos entre Indianápolis y Nueva Inglaterra comenzaron a ser el plato fuerte de cada temporada regular. De lo bueno poco.
Manning y Brady seguían escribiendo sus respectivas leyendas para agrandarlas en los duelos que importan, los duelos de enero, los playoffs.
En 2003, los Patriotas vencieron 24-14 a sus némesis de Indiana para avanzar al Súper Bowl XXXVIII y coronarse ante Filadelfia. Al año siguiente en la antesala de la antesala del juego grande, Brady y compañía volvieron a repetir la dosis 20-3.
Para 2006, los Colts presumían al mejor equipo de la NFL y vieron probada su condición en el juego de Campeonato de la AFC. En uno de los duelos, sino es que el duelo más memorable en la rivalidad Manning-Brady, la ventaja fue la constante en el campamento patriota, que maniataron al número 18 de Indianápolis, llegando a tener una ventaja de 21-3 al medio tiempo. La segunda mitad confirmó la etiqueta de favorito de los locales que con 18 puntos sin respuesta, transformaron el duelo en uno que la ventaja ahora es un préstamo por un par de minutos. Con 3:50 en el reloj y tres puntos abajo, Manning, Marvin Harrison y Joseph Addai orquestaron la serie ofensiva mas memorable en la historia de la franquicia y aún con el riesgo de dejarle un minuto a Brady, los Colts se fueron arriba 38-34. Esa noche no hubo milagro Patriota e Indy regresó al súper domingo desde el Súper Bowl V.
Desde aquel duelo en 2007, los encuentros en postemporada se negaban por la ausencia de uno u otro, a pesar de que entre ambos, han conquistado la AFC en tres ocasiones y uno de los dos se presenta en el Campeonato de Conferencia todos los años salvo en 2009 y 2010.
En 2012, la rivalidad Colts-Patriots dio un vuelco con la partida de Manning a Denver y aunque en el papel lucía como un buen candidato a sucesor de Peyton, Andrew Luck no parecía ser alguien que rápidamente le pudiera dar batalla a los Patriots, ni al propio número 18. A dos temporadas de su Draft es alguien que le puede dar batalla, incluso más que eso a New England y sólo tardaron una temporada para encontrarse en playoffs, aunque en ese 2013, el colmillo de Brady pudo mas y despidió a los Potros 43-22.
Con la victoria 24-13 de Luck y sus Potros sobre los Broncos y Manning, simbólicamente la estafeta parece haber cambiado de portador y será el número 12 de Indy, el encargado de evitar un sexto Súper Bowl de la dupla Belichick-Brady. La rivalidad toma nuevas dimensiones.
Omar García