Calidad Cinematográfica: Depeche Mode en el Foro Sol
Calidad cinematográfica y un pequeño viaje que inicia con la sentencia: “Este mundo es mío”, así describió Dave Gahan su nuevo álbum Memento Mori , editado en 2023. Y reclamando esta existencia como suya, la voz de Gahan atravesó todo el Foro Sol con "My Cosmos Is Mine" (tal como inicia el décimo quinto álbum de Depeche Mode) y arrancó la oscura ceremonia que rindió tributo a distintas eras de la música hecha con sintetizadores y experimentación electrónica.
Una enorme letra "M" comenzó a iluminarse, mientras “Wagging Tongue” (también de las nuevas) se coló entre la mesurada euforia de 60 mil asistentes, provocada por un inicio de show que trajo en orden las cartas de presentación de su más reciente producción.
Poco después llegaron los clásicos con "Walking In My Shoes", "It’s No God" y "Everything Counts", y con ellos el distintivo sonido de la banda británica, que sorprendió con un arranque lleno de densidad lírica entre la idea de ver ángeles muertos y mundos amenazados por ser coartados. Esta sensación apareció en diversos momentos de un concierto que hizo honor a la descripción de Gahan sobre su propio álbum y motivo de esta gira: Calidad cinematográfica y un pequeño viaje. “My Cosmos Is Mine”.
La selección de canciones por las que estuvo compuesto el espectáculo de Depeche resultó en una constante combinación de estados de ánimo, sonoridades que abarcaron desde el synth pop más digerible de la banda con rolas como “Just Can’t Get Enough” hasta canciones más espesas como “I Feel You”, “In Your Room” y “Soul With Me”, esta última cantada por Martin Gore, que se robó parte del show. Además de esta interpretación, fue notable cada vez que Gore tomó una guitarra o un bajo eléctrico.
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Aquí dejamos la lista completa:
La emotividad llegó con “World In My Eyes”, cantada en homenaje al recién fallecido Andrew Fletcher. Mientras veíamos su rostro en las pantallas gigantes, la frase “Let me show you the world in my eyes” hizo eco en la recta final del show, que se fue al encore con “Enjoy The Silence”.
Antes de llegar al final, hagamos un paréntesis y hablemos de la previa, que estuvo liderada por Kelly Lee Owens y su hipnótico show, donde ofreció sonidos de vanguardia en el techno y derivados. Ese mismo fin de semana, Owens también se presentó en solitario en el YuYu de la Ciudad de México para una creciente escena electrónica.
Entre el show de la galesa Kelly Lee Owens y Depeche hubo una tremenda selección musical de trancazos trabamandíbulas que calentaron los motores y cerraron (la pinza) de esta celebración a los sintetizadores y a los alcances de la música creada con computadoras; artistas como Taupe, Burden y Uncertain fueron parte de esta previa que conformó la atmósfera.
El cierre de la noche fue un magnífico trío de éxitos (“Just Can’t Get Enough”, “Never Let Me Down Again” y “Personal Jesus”) que terminó por redondear la propuesta artística de una banda como Depeche Mode, que arriesgó con toda categoría en la selección y acomodo de su setlist ante un público que en largos lapsos del show pareció no conectar del todo. Pero el rock no tiene la culpa, Depeche Mode tampoco.