El pasado 22 de febrero, se llevó a cabo la 37 entrega de los Brit Awards, un reconocido premio a la música producida en el Reino Unido y que es el equivalente británico de los Grammy. A pesar de que en sus 40 años de existencia han tenido descalabros, desaciertos y extravagancias, los Brits gozan de una mayor credibilidad, ya que encuentran un equilibrio entre arte y consumo. Dicho lo anterior, hallamos con beneplácito que la entrega de 2017 tuvo una intención de equilibrar la balanza entre charts y la nostalgia proyectada por el difícil año 2016 lleno de fallecimientos en el mundo de la música. Otro punto a recalcar es el reconocimiento a propuestas que no necesariamente dominan las listas de popularidad. El álbum del año, como era de esperarse, lo ganó Blackstar de David Bowie, el último disco de la carrera del artista que falleció hace un año y que además es el álbum más vendido de 2016 en formato vinyl. En esta categoría competía también The 1975 con su disco I Like It When You Sleep, For You Are So Beautiful Yet Unaware Of It y Konnichiwa de Skepta. Además David Bowie, consiguió el premio a mejor artista masculino.
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El premio a la mejor banda del año fue para The 1975, un galardón que alguna vez en su época, ganó Dire Straits, Blur, Oasis. Emeli Sandé consiguió el premio a la mejor artista femenina, lo qué indica qué su popularidad en el Reino Unido es enorme a comparación con su proyección en el mercado estadounidense. Este premio tal vez tenga la intención de proyectarla a nivel internacional, a Robbie Williams por ejemplo, le ocurría lo mismo hace quince años.
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El Brit al mejor video clip fue para “History” de One Direction, un premio que se antoja como un reconocimiento de consolación para esta boy band británica, luego de haber colocado en el mapa a la industria musical del Reino Unido. Adele recibió un Brit especial como éxito británico global. Este reconocimiento encumbra a la cantante como el producto de la isla con mayor proyección internacional, con el mérito de haber conquistado el complicado mercado Estadounidense.
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Hay que recordar que los responsables de entregar los Brit Awards son un círculo de críticos, ejecutivos de compañías discográficas (indies y majors), músicos y programadores de radio. Además, este grupo no deja fuera de sus nominados a los artistas que producen música fuera del Reino Unido. Este año, los Brits dieron reconocimiento a cantantes a Drake y Beyoncé, además del grupo de rap A Tribe Called Quest que en la década de los noventa fue considerada una de las agrupaciones más importantes de rap en el mundo.
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Este es el contexto de los Brit Awards de 2017, los premios de una industria que se reconoce así misma como autosuficiente e influyente en la cultura popular del mundo y que refleja cómo los productores y consumidores de fonogramas asumen a la música como algo relevante... No solo como pedazos de plástico o megabytes descargables de fácil digestión y desecho, como sus primos, los Grammy de Estados Unidos.
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