El día abrió para nosotros pero en lo general, la Brazuquita y yo tuvimos un día gris. El hecho de que la Copa del Mundo se nos escapó tan rápido de las manos, nos tiene a nosotros y a Brasil, de capa caída. Es un hecho que los brasileños están con ganas de que se vayan todos a causa de los argentinos. No hay duda de ello. Están dolidos por su pase a la final y peor aún por como lo están celebrando en sus calles. A pesar del mal día, no llovió y eso nos permitió salir e ir a la playa. Resulta que cuando caminamos de Ipanema a Copacaban, la ciudad parecía cualquier provincia de Argentina. Entre miles de personas que hablaban español y a ritmo de hinchas y cantos, seguíamos de pie rumbo a Copacabana. La ciudad de Río de Janeiro está invadida. Son dos días de desconsuelo para los brasileños. Ellos solo quieren que recojan la Copa o el segundo lugar y que se vayan de regreso a su país.
Luego de ello llegamos al departamento y el equipo de La Barra que viajó a Brasil, tuvo la última emisión semanal desde acá. Luego del gran trabajo realizado por los compañeros del equipo que integran el núcleo de trabajo del Distrito Federal, desde aquí tuvimos el adiós a esta emisión diaria de La Barra con el #PasaporteAdidas.
La Brazuquita y yo nos sentamos a comentar y a ver como se nos iba de las mano un Mundial que vivimos en carne propia. Un Mundial maravilloso en lo deporte y excelente en lo profesional. La Brazuiquita y yo nos despedimos previo a la final desde el micrófono desde Río de Janeiro para afrontar la gran final y el puesto por el tercer lugar desde tierra carioca.