Entre aullidos y slam, black midi se apodera de CDMX
Entre un juego de luces blancas y rojas la banda Tajak abrió el concierto de black midi el pasado 21 de noviembre. Con algunos problemas de audio, pero con gran ambiente, el show de la banda originaria de CDMX sentó las bases del ánimo que se mantendría por el resto de la noche. El set llegó a su fin y 20 minutos después los fans comenzaron a gritar desesperadamente por la llegada al escenario de Geordie, Morgan y Cameron, integrantes principales de la banda.
Las luces y la música de fondo se apagaron y una voz estridente y llena de emoción presentó a la banda como si fueran boxeadores invictos, los mejores de su peso, los contendientes a vencer. Segundos después, la canción “Suavemente” inundó todo el Frontón México y, luciendo un traje de charro, una playera de la selección mexicana y una playera de los luchadores “Los Nuevos Capos”, los integrantes hicieron suyo el escenario sacando sus mejores pasos de baile.
Con el inicio de las primeras notas de “953” los mosh pits comenzaron a aparecer, haciendo que el público se volviera loco y se llenara de una energía eléctrica en cuestión de segundos. Geordie, vocalista de la banda, acompañó al público en todo momento con sus pasos de baile y una sonrisa enorme al ver la actitud del público. Entre los cambios de instrumentos y el paso a canciones como “Speedway” y “Welcome to hell”, hicieron pequeños jams de funk, manteniendo la energía alta en todo momento.
Antes de “Dethroned” juguetearon con el riff de “Are You Gonna Go My Way” de Lenny Kravitz y siguieron con “Sugar/Tzu” que con su sonido teatral inició una ola de saltos y gritos que sonaban más como aullidos. Entre gritos de te amo y otros mensajes de amor, Morgan demostró su poder en la batería y se convirtió en la estrella del escenario.
Canciones como “Dangerous Liaisons”, “Of Schlagenheim” y “Eat men eat” hicieron que la temperatura y la intensidad del público aumentara, resultando en que varias y varios fans tuvieran que ser trasladados por algo similar a un crowd surf hacia la barrera y ser recibidos por personal de seguridad para evitar algún desmayo. De manera sorprendente, “Still” “The magician”, la cual no ha sido publicada, y “The defence” cambiaron por completo la dinámica de la noche y quienes asistieron guardaron silencio; los empujones y brincos cesaron por unos momentos.
El silencio no se mantuvo por mucho tiempo, pues “John L” regresó los slams como un volcán en erupción gracias a su riff de circo infernal. Los círculos de gente en trance comenzaron a bailar como robots haciendo corto circuito y a saltar agarrados de hombro en hombro en un círculo.
La noche llegó a su fin con el clásico “bmbmbm”, una de las favoritas y más populares. La banda aprovechó su ritmo simple y repetitivo para presentar una versión mucho más extensa y llena de improvisaciones y tangentes que llevan la canción a lugares muy distintos. La canción pasó una metamorfosis larga y demencial hasta llegar a la sección final, aplastante y ruidosa, demostrando que para un gran show no se necesita más que un escenario y energía vigorosa para guiar la noche.
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