BLACK: la fiesta neoyorquina que regresó a la CDMX

BLACK: la fiesta neoyorquina que regresó a la CDMX

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BLACK, la legendaria fiesta de fin de año de Nueva York, regresó a México el pasado 31 de diciembre al Auditorio Blackberry, con un line up de DJs nacionales e internacionales que, con sus beats, acompañaron durante la velada a un público que buscaba recibir el 2019 bailando en la reconocida fiesta estadounidense.

El concepto de esta celebración es unificar música, diseño y arte contemporáneo de manera única y estética, transformando un espacio en una orquestación de forma, sonido y cultura. El objetivo de BLACK es incitar, alterar y, de manera disruptiva, explorar el mundo entre lo imaginado y lo inimaginado, sumergiéndonos en la noche.  

Soni Ceron y Dehesa fueron los encargados de abrir la noche, pero como era de esperarse por la fecha, el venue estaba casi vacío a esa hora. Después llegaron al escenario Rodion y Justine, seguidos por Sol Ortega, la artista de Buenos Aires que ha estado llamando la atención recientemente por sus presentaciones en Boiler Room, shows en Europa y por ser artista reseñada ya por Resident Advisor. La música estaba más que lista y el escenario dispuesto, pero el público comenzó a llegar poco a poco después de la medianoche. Durante el conteo de Año Nuevo, la pista aún se mostraba con mucho espacio, lo que refrenó un poco la emotividad del momento.

Minutos después, Matías Aguayo, viejo conocido en la escena electrónica mexicana, tomó los controles de la música durante dos horas y media. Sin embargo, al chileno le costó conectar con la audiencia y, aunque a momentos movía al público, su set generó en general este constante movimiento de lado a lado en la gente, este típico “paso de mantenimiento”, pero sin realmente llegar a un clímax, a un momento memorable en el dancefloor. Incluso de pronto podías escuchar chiflidos y algunos gritos de parte del público, pidiendo un cambio en los controles.

Después, Jennifer Cardini trajo lo mejor de la noche. La pista, ya más nutrida y ávida de movimiento, bailó y vitoreó las maniobras electrónicas de la francesa, que supo bien cómo reaccionar ante el público, como leer a la audiencia. Y aunque tuvo problemas con un monitor, dio un buen set, enérgico, creativo y dinámico; el punto más alto de la velada. Para cerrar la madrugada, Barnt llegó con su techno cósmico minimalista, una propuesta difícil de clasificar que mantuvo al público moviéndose hasta la salida del sol.   

La francesa Jennifer Cardini, presente en BLACK el pasado 31 de diciembre, se presentará en Tulúm, junto con Nicola Cruz y otros Dj’s.

La francesa Jennifer Cardini, presente en BLACK el pasado 31 de diciembre, se presentará en Tulúm, junto con Nicola Cruz y otros Dj’s.

Con respecto al arte, podías encontrar diversas instalaciones cerca de la terraza para fumar. Pero en realidad, eran más esfuerzos propositivos que piezas artísticas, formatos creativos realizados a partir de partes de autos, con iluminación colorida. Sobre el escenario, luces láser ambientaron el foro, más allá de visuales espectaculares.

En su mayoría, el público era de origen estadounidense, turistas o residentes que buscaban una experiencia única en esta fiesta “fenómeno”, como la describen sus organizadores. Una buena opción para pasar el fin de año, pero lejos de ser algo legendario.    

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