Jessica Audiffred avienta la casa por la ventana en el Festival Mad House Doom
Sabes que has hecho bien las cosas cuando un gigante de talla internacional del bass como Excision no solo te invita a tocar como uno de los headliners en su festival Lost Lands, el más grande y relevante del género, sino que también te invita a colaborar con él. Esta es solo una de las pruebas de lo lejos que ha llegado Jessica Audiffred, DJ y productora mexicana, quien a base de demostrar de qué está hecha, se ganó el título de “Bass Queen”. Pero ella no se ha detenido ahí, pues se ha comprometido a impulsar esta escena en México; ya sea a través de su sello A-Records o mediante la propuesta de Mad House Doom, festival que ha cultivado por segundo año consecutivo.
Para esta edición del festival, Jessica optó por seguir la fórmula de un día en el WTC, donde artistas amigos y colaboradores de A-Records recibieron la tarea de arrancar con la locura el pasado 3 de junio. A diferencia del año pasado donde el plato fuerte fue el DJ y productor MUST DIE!, dos miembros del exclusivo repertorio de Disciple, quizás el sello más fuerte de bass en la actualidad, se unieron a esta gran celebración junto con grandes figuras como Versa o incluso Funtcase; siendo este último el invitado especial de este año.
Así pues, el tiempo en el Pepsi Center se detuvo y empezó a fluctuar alrededor de los 140 beats por minuto con el proyecto mexicano Ugly Lungs, quienes abrieron la noche con un repertorio que abrazó el freeform bass, un estilo en el que se permite hacer converger varios subgéneros e ideas dentro de la excusa del bass. La creatividad que posicionó al dúo de Monterrey en un sello tan especial como A-Records les permitió elaborar un set que fácilmente puso a bailar a los asistentes que llegaban.
Repentinamente, se anunció la llegada del drum n bass y el jungle con toque mexicano, patrocinados por la infalible unión de Sirius Soundz y un viejo conocido de esta estación de radio, el legendario Isaac Maya. Una empapada de la riqueza de la cultura jamaiquina fusionada con 20 años de experiencia en el medio latinamericano forjaron uno de los sets más movidos e interesantes de toda la noche. Técnica, locura y encanto son quizás otros adjetivos con los que se podría describir parte de la experiencia que este par de DJs mexicanos nos regalaron en la segunda habitación de esta frenética casa de bass.
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Una ola de chalecos naranjas con reflejante pasó al frente cuando fue el turno de Versa, evidenciando la sólida base de fans con la que cuenta en este país. Fue entonces cuando el WTC se sumió en una atmósfera oscura e industrial, donde los ritmos ágiles y hasta cierto punto alegres que presentó Isaac Maya se transformaron en un riddim sombrío, pesado e intenso. Para todos aquellos deseosos de llevar el headbang a otro nivel, el set que ofreció el artista estadounidense superó cualquier expectativa, complaciendo al público con legendarios clásicos como “Internet Friends”; e incluso anticipando un poco de lo que más tarde se viviría con Funtcase, productor con el que colaboró en la pista que lo catapultó a la fama.
Luego llegó el momento de que el primer integrante de Disciple se presentara. Infekt comenzó su acto con actitud relajada y carismática, dejando que su selección musical, esta vez llena de un riddim más estilizado y robótico, condujera al arduo entusiasmo del público al verlo hacia un baile caótico y enérgico. Pinceladas de trap fueron el ingrediente secreto para darle una profundidad adicional a este set, que sin lugar a dudas dejó en claro por qué es considerado uno de los artistas de riddim más respetados actualmente.
Si alguien ha demostrado cuánto se pueden expandir las fronteras del diseño de sonido es Eliminate, el segundo participante de Disciple; quien luego de presentarse ante un público que lo aclamaba a gritos, lanzó sus característicos e innovadores sonidos de “ballena cibernética” acompañados con visuales cargados de su característico humor. Sí, el mismo personaje que demostró en Youtube que puedes convertir el sonido de tu W.C. en un himno nocturno, junto con otro par de cómicos pero educativos videos sobre producción musical, causó tanta euforia que incluso el sueño de los hermanos Wright se cumplió: un hombre consiguió volar a casi 3 metros del suelo; hecho que desde luego él consideró digno de satirizar en sus redes.
Fue entonces cuando un aura de autoridad inundó al foro ante la aparición de una figura con máscara blanca. Nuestro “compadre” Funtcase saludó calurosamente al público mexicano para luego tirar sus primeros rugidos electrónicos. Sin duda, se trató del acto más agresivo e imponente de la noche, dirigido por alguien que claramente demostró conocer su sonido en cada transición y gesticulación que hizo; incentivando así al desgastado público a darlo absolutamente todo.
“¿Ya se cansaron?” preguntó la Reina del Bass mientras seleccionaba la primera carta musical que lanzaría, a lo que una multitud apasionada negó rotundamente. Jessica tomó aquello como la señal para hacer sonar sin titubeos “Rise”, la pista más esperada de la noche; pues se trata de nada más ni nada menos que su colaboración con Excision, bellamente adornada de las suaves vocales de Leah Culver; cantante que ya se había hecho sonar un par de veces a lo largo de la noche, creando un exquisito contraste entre la suavidad de su voz y lo afilado del género. Un poderoso set capaz de formar una cantidad de hasta 4 mosh pits, uno para cada zona, género o preferencia, fue explicación más que suficiente de la decisión tan determinante de empezar con su obra más famosa, pues claramente Audiffred tenía grandes ases bajo la manga. Todos estaban dispuestos a consagrar sus últimos minutos de energía a esta gran artista, quien finalizó y coronó el evento tomando una selfie final con todos los artistas y público, un par de grandes canciones más, y desde luego, la invitación al after party en Bar Oriente.
Sin lugar a dudas Mad House Doom resultó ser un verdadero santuario para la escena bass en México; la cual mediante iniciativas tan contundentes como la de Jessica Audiffred, ha comenzado a unirse como familia. Con tan grandes resultados y crecientes estándares, la escena del género espera ansiosa y expectante a la siguiente edición de este poderoso proyecto del cual nos llevamos muy buenas experiencias.
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