Avengers: Infinity War (Reseña sin spoilers)

Avengers: Infinity War (Reseña sin spoilers)

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An entire universe. Once and for all.”

”Un universo entero. De una vez por todas.

Enmascarados, vigilantes, superhéroes. En el siglo veintiuno, donde la sociedad está fracturada en más de mil discursos, su universo se ha vuelto parte del nuestro. Desde hace años, Marvel entró en una batalla por el dominio, no sólo de las salas de cine, sino de la cultura popular. Pero, ¿qué hace de los superhéroes importantes en la actualidad? Ellos se reinventan con las épocas; reafirman valores colectivos y son íntimamente sociopolíticos. Su narrativa se asemeja a la de los héroes de la épica clásica y se encuentran en una revolución permanente.

Esto lo encontramos con Avengers: Infinity War, la cúmbre de una década en donde la narrativa épica se expandió a otras dimensiones.

El camino al infinito

2008

“Yo soy Iron Man.” Una frase contundente. Así cierra la primera película del Universo Cinematográfico Marvel (MCU, por sus siglas en inglés), Iron Man. De pronto, el concepto de superhéroe se quitó la máscara y la identidad secreta, misma que había sostenido la trama de las anteriores películas de este estilo (Batman, Superman, Spiderman, los X-Men...), y dio paso a lo que se conocería como el Proyecto Avengers, dentro y fuera del universo. 

Marvel Comics se encontraba en ese entonces en crisis. En 2006 casi quiebra. De no ser por la primera trilogía de Spider-Man (2002-2007), Blade (1998) y la saga de los X-Men (2000), la empresa habría sido consumida por su más grande rival, DC Comics. Pero “surgió una idea, de buscar un grupo de personas excepcionales y tratar de convertirse en algo más”. Fue entonces que Marvel optó por producir sus propias películas. La construcción de un universo narrativo transmediático llegó y logró, además de la salvación de la empresa, bajo el mecenazgo de Disney Studios, inundar las salas de cine de personajes dentro de un mundo más grande.

2018

Diez años, tres fases y 18 películas. “El evento 'crossover' más ambicioso de la historia” (falso, pero se entienden las expectativas). Hace tan sólo seis años, se observó la primera gran coalición de superhéroes en el cine con The Avengers (2012). De ahí el camino estuvo lleno de caras nuevas, piedras del infinito y guiños a algo titánico escondidos entre bromas y escenas postcréditos. Marvel logró instaurarse en la cultura popular convirtiéndose en una de las franquicias más importantes de la actualidad (sólo en competencia con Star Wars y Harry Potter). Con las salas llenas de fans dispuestos a esperar al último segundo de la proyección, así llega la Guerra del Infinito.

Un viaje homérico

Describir Avengers: Infinity War sin revelar algo de la trama es complicado. Ni siquiera se puede hablar de los primeros 20 minutos sin decir algo que delate puntos claves dentro del MCU.

Infinity War plantea, a simples rasgos, el encuentro de los Vengadores con los Guardianes de la Galaxia, quienes tienen que defender al universo de las fuerzas del poderoso Thanos, cuyo objetivo es conseguir las gemas del infinito para transformar la realidad a su placer.

Ésta es la tercera entrega de la saga de los Vengadores, que comenzó con The Avengers y continuó con Avengers: Age of Ultron (2015). Dentro del Universo cinematográfico de Marvel, es la 19ª película. Se basa en los superhéroes de Marvel Comics y es producida por Marvel Studios con Walt Disney Studios Motion Pictures.

La película fue dirigida por los hermanos Russo (Anthony y Joe), conocidos por su Emmy por Arrested Development y quienes también se encargaron de las dos últimas peliculas de Captain America: Winter Soldier (2014) y Civil War (2016). Por otro lado, el músico Alan Silvestri (Back to the Future, Forrest Gump), quien hizo el score original de The Avengers, retoma la batuta para esta entrega.

La historia se inspira del cómic de Jim Starlin, The Infinity Gauntlet (1991), e Infinity (2013) de Jonathan Hickman, dentro del contexto planteado desde la primera película del MCU. Su filmación empezó desde el año pasado y se realizó de forma consecutiva con su secuela directa, la cual está programada para mayo del próximo año.

En la película se puede observar el gran panteón de personajes creados dentro MCU con 64 personajes principales, de acuerdo a IMDB, y es la más larga de las producciones de Marvel hasta la fecha con dos horas y 36 minutos de proyección.

En pocas palabras, Avengers: Infinity War es un titán de película. Demasiado contenido en poco tiempo. Una producción de alto nivel y costo, que arriesga demasiado, o tal vez, muy poco dependiendo del lado de la moneda que se observe.

Digo esto porque ésta no es una película para la gente nueva al MCU. No es una película que se sostenga sola. Peca de lo mismo que celebra puesto que si bien no se necesita ver las 19 películas del MCU, para comprender y sentir cómo se desenvuelve la trama es necesario ver las dos películas anteriores de The Avengers, Guardianes de la Galaxia (2014), Captain America: Civil War y Thor: Ragnarok (2017). Además de que se recomendaría Doctor Strange (2016) y Black Panther (2018), para comprender mejor los escenarios y la importancia de determinados personajes. Su serialidad es su mayor defecto y esto pesa para quién no es fan de la franquicia.

Además, en muchos aspectos, el arco es algo predecible. Estamos hablando de una película que tiene una secuela directa, entonces hasta cierto punto es similar a Star Wars: The Last Jedi (2018), en el sentido que busca explorar el fracaso y caída del héroe (o en este caso, héroes).

Hay demasiado de todo y poco de mucho. Más que actuaciones, hay cameos (aunque con buenas interpretaciones) y definitivamente deja con ganas de ver más de todos personajes. Pero a final de cuentas, es realmente un crossover.

Y sin embargo, sin embargo, cumple con todo lo que tenía que cumplir. El fan comienza a contemplar el final del camino. La película cierra historias y ata cabos sueltos. Está tan bien planeada que abofetea las críticas que por años se le ha hecho a la franquicia. Cada palabra está pensada para cumplir una función: después de todo, no se puede contratar a un actor de peso, por ejemplo, Samuel L. Jackson, para darle una frase en toda la película para que diga algo poco relevante.

La trama lleva a distintos puntos del universo. Más allá de la Tierra, logra presentar nuevos mundos e incluso meter personajes desconocidos (como si realmente se necesitaran más) de una forma orgánica. Las acciones fluyen. Mucha acción y comedia en puntos necesarios. Sin dejar a un lado la seriedad, clave en la trama.

Es catártica en muchos sentidos. Si bien, la película no se sostiene sola como lo hace la Odisea de la Iliada, es como contemplar en pantalla el Apocalipsis de un universo. Sabes que vendría y muy probablemente el cómo. Se experimenta el dolor y la tensión.

Al final, resulta ser una agridulce sinfonía. Una avalancha de emociones. Con múltiples peleas, con momentos donde dan ganas de gritar de emoción y otros de contienen el aliento. Marvel aprovechó todo lo que pudo a su favor: las críticas, las teorías, las mismas narrativas... Jugó sus cartas de forma pulcra.  

Entonces, para el nuevo en la franquicia, es probable que no guste. No tendría por qué. Para el fan transitorio, habrá cosas inconclusas pero será disfrutable. Para el fan-fan... es una montaña rusa de sentimientos y es muy probable que salga del cine sin palabras, para bien y para mal. La película hace justicia a los diez años de películas de superhéroes que Marvel ha sacado. Explotaron el material que tenían. Muy difícil de replicar, tanto para la competencia como para Marvel misma.

Aquí termina la primera parte de la reseña. Para leer la continuación, con spoilers, esté atento.


Esta reseña fue una redacción entre Tamara Carrillo y Diego Sánchez Curiel. Se pueden encontrar en Twitter como @Tamcarie y @CurielDs.

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