Armas nucleares, una amenaza existencial: Carlos Umaña desde el Hay Festival 23
“¿Cómo terminó un médico costarricense liderando la lucha por la eliminación de las armas nucleares?”. Esta fue una de las preguntas que le realizó Alexandra Haas al Nobel de Paz Carlos Umaña en el Hay Festival. La charla titulada Amas Nucleares: Una Amenaza Existencial, se realizó el jueves 7 de septiembre en el Teatro de la Ciudad de Querétaro, buscó reflexionar en cómo la agenda nuclear de las potencias es un riesgo vigente.
Carlos Umaña es miembro de la ICAN (Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares), organización con la cual en 2017 recibió el Nobel de Paz. Su trabajo como médico ha sido mostrar los efectos y peligros que existen en la salud con las armas nucleares. En la charla destacó el aumento del cáncer, el síndrome de radiación aguda y la posibilidad de generar enfermedades autoinmunes. Acentuado en el impacto que generaría al medio ambiente con un invierno nuclear que acabaría con los ecosistemas y el desarrollo de la vida.
Umaña explicó que esta es una problemática actual, aunque no se crea. Mencionó que con la retórica incendiaria de los países con armas nucleares, los conflictos bélicos que pueden derivarse de la crisis climática y las detonaciones accidentales, el peligro sigue activo. La situación contemporánea que más le preocupa es la guerra de Ucrania, debido a las declaraciones realizadas por Rusia y la OTAN en esta materia:
“Usan estas armas como una retórica para demostrar poder. Son potencias patriarcales que necesitan amenazar para probar quien es la más fuerte. Pero lo que preocupa es que en su intento de hacer su intimidación creíble, decidan detonar una bomba”
Habló también de como era necesario generar una condena moral desde la sociedad para que se fuerce a los Estados a acabar con sus armas nucleares. Explicó que en el intento de defender el uso de estos dispositivos para la seguridad, se ha hecho una propagada que ha ocultado registros médicos, fotos, hasta haikus que muestran lo que se hizo en Hiroshima y Nagasaki. Incluso mencionó que películas como Oppenheimer, aunque abren la conversación sobre este tema, se quedan cortas al hablar de las consecuencias en Trinity, del desastre que se generó en Arizona y los daños posteriores de la detonación en Japón. Uno de los puntos que subrayó fue en como los indígenas han sido los más perjudicados por el desarrollo nuclear:
“Las detonaciones de prueba las hacen normalmente en zonas donde hay poblaciones que no son ni blancas, ni ricas y ellas terminan siendo las afectadas por la radiación.
También se refirió a cómo ha cambiado la discusión en esta materia con la llegada de mujeres a cargos públicos dado que las lideres están abiertas a negociar de manera más firme en contra del armamento nuclear.
“Desde la historia y el uso, las armas nucleares son la epítome de la masculinidad tóxica”.
Cerró la charla haciendo un llamado para condenar de forma vehemente el desarrollo, uso y porte de armas nucleares por los Estados. En especial en México, al reconocerle el papel tan importante que ha tenido en la lucha en contra del armamentismo con el Tratado de Tlatelolco y la Conferencia de Nayarit.
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