Miguel León-Portilla: la visión del último gran "Tlamatini" mexicano
En la víspera de la 51 conmemoración del 2 de octubre de 1968, falleció el historiador y antropólogo Miguel Luis León-Portilla, uno de los intelectuales mexicanos más importantes desde la segunda mitad de la centuria pretérita hasta nuestros días. Sin duda, el último gran Tlamatini y Tlacuilo mexicano por antonomasia.
Entre sus libros más importantes se encuentran: Los antiguos mexicanos, literaturas indígenas de México, Toltecáyotl, Antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares, Huehuehtlahtolli, Testimonios de la antigua palabra, Tonantzin Guadalupe y la que quizá podría ser considerada su opus magnum: La visión de los vencidos.
Perteneció a una estirpe de intelectuales de gran calado, entre sus ancestros se encuentra ni más ni menos que Manuel Gamio —su tío y considerado el padre de la antropología mexicana, quien obtuvo un doctorado en Antropología en la Universidad de Columbia y fue alumno de Franz Boas, otro gran referente mundial en el campo de las ideas, a quien se le ha bautizado como el padre de la antropología norteamericana y fundador de la corriente teórica antropológica conocida como “relativismo cultural”. Del lado de su madre estaba emparentado con Manuel Gutiérrez Nájera.
Don Miguel León Portilla fue también alumno del padre Ángel María Garibay, un erudito con gran interés por las civilizaciones antiguas que se asentaron en lo que actualmente es México. Del padre Garibay, Don Miguel León Portilla abrevó el interés, precisamente, por el mundo indígena, en específico el mundo náhuatl, sin embargo, para tener una idea más clara y profunda de la cosmogonía indígena, realizó estudios de lengua maya.
Eduardo Matos Moctezuma, otro gigante intelectual y sin duda alguna, el mejor arqueólogo que en la actualidad tiene nuestro país, lo definió como un:
“(Miguel León-Portilla es un) Investigador profundo, escritor prolífico, maestro excepcional, buen amigo y excelente persona”.
Eduardo Matos Moctezuma.
La figura de León Portilla reviste mayor importancia por los acontecimientos que se han suscitado en los últimos años en México. Desde el levantamiento zapatista, en 1994, pasando por las reformas constitucionales que en materia indígena se han realizado, hasta la búsqueda de la candidatura independiente de Marichuy, el año pasado.
Su análisis histórico y antropológico es imprescindible para entender la situación del indígena en la actualidad, crear puentes de entendimiento que concreten nuevas relaciones entre los distintos grupos sociales que componemos a la nación mexicana, donde exista comprensión de la alteridad y respeto mutuo. Sus aportaciones intelectuales y trayectoria académica son fundamentales para construir un país cada vez más inclusivo, donde quepan todos los Méxicos que componen nuestro México y que por fin se cumpla una de las frases más incisivas y certeras del Consejo Nacional Indígena, que se ha convertido en uno de sus gritos de guerra: “Nunca más un México sin nosotros”.
Como colofón es vital destacar que Miguel León Portilla, a lo largo de su prolífica vida, recibió más de 10 Doctorados Honoris Causa. Su partida deja un hueco enorme en la academia nacional, el cual, será muy difícil de llenar, basta echar un vistazo a su semblanza curricular, la cual es realmente impresionante.
Descanse en paz el último gran Tlamatini (el que sabe cosas, en náhuatl, una persona sabia) mexicano, don Miguel León Portilla.