Para el 26 de septiembre de 1969 el hombre había tocado varias cimas como humanidad en conjunto: acababa de pisar la Tierra, había inaugurado la era de los grandes festivales con objetivos humanitarios y sociales, había llevado al cine a su máxima cúspide creativa, además había convertido al rock & roll como la más importante expresión cultural del Siglo XX. La sociedad no era la misma, en 1969 la clase media se encumbró y el principal síntoma de aquello fue el empoderamiento real de la juventud.

Las caderas de Elvis Presley y el fatídico ‘día del 59’ cuando el rock murió, eran parte de una historia ya lejana apartada no en tiempo, sino en sucesos. Es más, la aparición de los Beatles en el programa de Ed Sullivan ya aparecía como una anécdota de una historia aparte.

Para el final de los años sesenta la gente no imaginaba aún que la historia de los voceros de la juventud, es decir, el cuarteto de Liverpool, estaba ya en su final. Ni siquiera los mismos Beatles tenían la certeza de que fuera el final de su carrera en conjunto, nunca se dijeron entre ellos “la última toma, el último track, la última sesión”.

Es así que Abbey Road es el esfuerzo monumental por concluir ocho años de carrera meteórica. Por entregar a sus fans lo mejor de ellos mismos, el mejor repertorio posible en un álbum que anticipa las futuras tendencias para la próxima década: hard rock, música electrónica, rimbombantes arreglos musicales y hasta la aparición de los cantautores románticos: Frank Sinatra declaró que la más bella canción de amor jamás escrita es “Something”, equivocado en su autoría atribuyéndola a Lennon y McCartney respondiendo al autor verdadero, George Harrison, mucho tiempo después.

Luego de cincuenta años, al final de la década selfie, Abbey Road se destapa como una de las máximas obras musicales en la historia, como una pieza que reivindica al álbum musical, al disco como un formato de transmisión de información tan importante como un libro impreso, como una obra multisensorial que requiere y exalta todos los sentidos de una persona.

Número uno en todas las listas del mundo, Abbey Road ha vendido tan sólo en Estados Unidos, más de diez millones de copias; ha convertido la cotidiana y simple experiencia de atravesar una avenida en un icono minimalista de la cultura popular que no necesita presentación para quien lo mira; es el álbum responsable de perpetrar la teoría de la conspiración más alocada de los últimos cincuenta años: la hipotética muerte de Paul McCartney.

Luego de medio siglo, los legendarios estudios de EMI ubicados en Abbey Road, han sido testigos de obras maestras de la música luego del lanzamiento de este álbum: The Dark Side Of The Moon de Pink Floyd, OK Computer de Radiohead, Hounds Of Love de Kate Bush o A Rush Of Blood To The Head de Coldplay. La poderosa casa musical EMI ha desaparecido, el álbum musical como principal formato ha desaparecido por la predominancia de sencillos como en los años cincuenta, y a pesar de ello se ha re editado en una edición especial de aniversario con tomas alternas, demos y rarezas que prometen satisfacer al más aferrado fan, sin embargo, muchas de ellas han visto la luz en discos pirata, a lo largo de estas décadas.

Supervisado por Giles Martin hijo de George Martin, la nueva mezcla del álbum quiere acercar al Cuarteto de Liverpool a los sensibles oídos de una nueva Generación “Z” que no gusta mucho del sonido estéreo y sus cualidades binaurales.

El pasado 24 de septiembre, en la que alguna vez fue la casa EMI en la Ciudad de México, se presentó un nutrido avance del relanzamiento de Abbey Road, presentado por Manuel Guerrero, reconocidísimo locutor del Club de los Beatles de Universal Stereo, quien narró sus historias alrededor de este disco, favorito suyo por cierto, ante casi 100 personas, quienes demostraron su entusiasmo alrededor del cuarteto de Liverpool muy a pesar de la baja de popularidad del rock entre la nueva juventud.

En Ibero 90.9 festejaremos el cincuentenario de este álbum el próximo miércoles 30 de octubre a las 9 de la noche. Documentales 909 transmitirá la cuarta parte de la serie Retrospectiva que cuenta con el catálogo radiofónico más extenso de testimonios de personalidades beatlemanas de nuestro país: el ya mencionado Manuel Guerrero, Julia Palacios, Mario Hernández, Ricardo Calderón y personalidades de la nueva “prensa Beatle” como José Antonio Martínez, Alejandro Flores de la Hemeroteca o Andrea Sánchez de Grace McLennon.