Cantar, bailar, amar y vulnerarse: Mitski en la CDMX
Texto: Lexi Aurioles
Fotografías: Natalia Zamora
Todo el teatro Metropolitan esperaba ansioso la llegada de Mitski. Tamino ya había elevado la frecuencia sintónica de nuestra espera con una gran sorpresa, pues su voz y talento como telonero no dejaban más que altas expectativas por la gran noche que apenas comenzaba.
Al poco tiempo de terminar ese show y con las primeras notas de la banda acompañante, caería un telón que dejaría ver la silueta sensible y sutil de Mitsuki Laycock Miyawaki, o mejor conocida como Mitski, develando así a la hermosa cantautora de origen japonés, que comenzó su set con ‘Everyone’, casi como abriéndonos su corazón como en aquella canción en la que retrata cómo es que lo ofrendó todo por amor. Y entre danzares y cantares se fue vulnerando frente a nosotros.
Mitski es de esas artistas que se entregan en el escenario, que con su lado performativo nos invita a danzar de miles otras formas aún en un asiento, pues con su música hace danzar alma y corazón, sintiéndonos ingenuamente cálidos y abrazados por su canto y banda. Fue imposible no desbordarse entre sentires ante sus dulces cantos, sus letras melancólicas, reflexivas y de despedida.
Las luces bailaron junto con ella, jugaron con ella, Mitski abrazada de ellas se dejó lucir como artista, e interpretando sus piezas con amor, la escenografía, aunque sencilla, no necesitó más para reflejarla completamente.
Esta es la gira de su más reciente álbum: ‘The Land Is Inhospitable And So Are We’, que cuenta con calidez la propia contradicción de la vida americana; el amor como lo único que uno posee; sobre el espacio que ha habitado, llorado y amado, entre tantos sitios que han atestiguado sus pasos; agradecemos que de nuevo se sitúe en nuestra ciudad para compartir su amor mediante este álbum.
A las andanzas de su segunda canción, ‘Buffalo Replaced’, llantos, múltiples agradecimientos y muchos ‘te amo’ se escuchaban a gritos en todo el teatro; aludiendo a su propia satisfacción y propósito al hacer este álbum, esto visiblemente intencionado en su canción ‘My Love All Mine’, dedicada a la Luna como potencializadora del amor infinito la permanencia de su amor en la historia, para brillar con mayor potencia junto con ella por la eternidad.
Honestamente, para la cuarta canción yo ya no podía con mis lágrimas, pues Mitski nos invitaba a vulnerarse junto con ella. ‘The Frost’ fue un momento muy sublime de la entrega y la pérdida, una canción hermosa que narra el sentir de no saber a quién contarle que perdiste a quien querrías contarle que perdiste a alguien. Las letras de Mitski no sólo hablan de su gran sensibilidad, sino también podemos observar un crecimiento personal muy particular en las artes musicales y escénicas, puesto que ella misma se ha moldeado constantemente, transmutando sus propios dolores en flores.
Tras un set de veintitrés canciones maravillosas no sólo de este álbum sino también de aquellos días pasados,se despidió vagamente tras ‘Fireworks’, y junto con su banda se retiraron del escenario para una breve pausa. La excelsa banda y la enérgica Mitski regresaron con ‘Nobody’, canción que movió a muchos de nuestros corazones por allá en tiempos curiosos y pretéritos del covid, y por último, ‘Washing Machine Heart’, cierre suculento para tal experiencia estética, sonora y artística.
A quienes fueron, agradecer su energía y su amor, pues se compartió en todo el teatro. A Mitski, gracias por tanto de ti en México este mágico fin de semana. ¡Hasta que nos deleites de nuevo!