Por Andrés Moreno.
En Barcelona la crisis no solo se queda en la cancha. A pesar de la destitución de Ernesto Valverde como Director Técnico, la contratación de Quique Setién como nuevo entrenador y la promesa del retorno de la filosofía “barcelonista”; el ambiente en el ‘blaugrana’ está demasiado tenso. El escándalo que envuelve ahora al club, el cual se sale completamente de lo deportivo, es la revelación de que la Directiva del Barcelona, a cargo de Josep María Bartomeu, contrató a la empresa I3 Ventures para defender, por medio de redes sociales, la gestión del Presidente y la difamación de personajes relacionados directa o indirectamente con el club; además de opositores a la presidencia de Bartomeu como Víctor Font, precandidato a las próximas elecciones del club catalán.
La empresa, por supuesto, denegó estas acusaciones. Aunque, paradójicamente, ni su página web ni sus redes sociales se encuentran en línea por el momento. Sin embargo, el mismo Bartomeu reconoció que habían contratado con dicha empresa en el 2017 con el fin de hacer monitoreo en redes sociales sobre lo que se decía acerca del club; ya fuese positivo o negativo, según dijo el Presidente. No obstante, ante la salida de este escándalo, el Barça decidió terminar su contrato con esta compañía.
Este hecho se suma a otra serie de complicaciones que ha tenido el club con sus directivas. Es de recordar que hace un par de semanas hubo una discusión entre Eric Abidal, ex-jugador y Director Deportivo del Barça, y Leo Messi. En aquella ocasión, Abidal se pronunció sobre el tema de Valverde y dijo que los jugadores del Barcelona “no trabajaban mucho” durante los partidos. Messi salió en defensa de sus compañeros y dijo que la Dirección Deportiva debía hacerse cargo de sus decisiones. Tanto en dicha oportunidad, como en este nuevo escándalo, Bartomeu ha tenido que acercarse personalmente a los entrenamientos del equipo para apaciguar la situación y tratar directamente con los capitanes del club (Messi, Busquets, Piqué y Sergi Roberto).
Es claro que el problema del Barça trasciende del campo. Ha perdido convencimiento, primero, a nivel deportivo; la llegada de Setién y el cambio de filosofía no fueron la clave para mejorar el juego de los ‘culés’, como demuestran los últimos resultados (la eliminación en la Copa del Rey, por ejemplo). Sin embargo, hay una evidente tensión entre los jugadores y las directivas del club; escándalos como este solo ayudan a sembrar la desconfianza en una Mesa que ha tomado decisiones erróneas y que, poco a poco, ha logrado poner a la fanaticada y al plantel en su contra.
Las cosas en el Barça no van bien, y si no hay un cambio drástico pronto, no habrá ningún Messi que los pueda salvar.