Zach Condon y el difícil regreso de Beirut

Existen dos opiniones sobre los artistas. Por un lado se piensa que son unos flojos con el mejor trabajo del mundo que salen con ocurrencias mientras les cae dinero encima. La otra perspectiva es que, en realidad, la creatividad puede ser agotadora y ser artista no es nada fácil. El arte como profesión podría ser la esencia de amar lo que uno hace porque le pagan a cambio de su subjetividad. Sin embargo, puede ser un arma de doble filo, pues se puede perder la línea entre el trabajo y la recreación. Ser artista no se trata  únicamente de generar ideas, sino de pulirlas y plasmarlas, lo cual requiere esfuerzo y dedicación. Zach Condon, líder de Beirut, es el claro ejemplo de un artista que ha sufrido los estragos del desgaste creativo.

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Pocos saben que cuando Condon firmó su primer contrato musical para Gulag Orkestar (Ba Da Bing!, 2006) tan solo tenía 19 años de edad. Inmediatamente, la fama de su proyecto se disparó y empezó a hacer giras internacionales, pausando solo en momentos de creación y grabación de nueva música. Esto se convirtió en su rutina durante muchos años, mientras sus fans recibían muchos conciertos y prácticamente un disco anual.

Antes de esto, Condon era un joven común y corriente que tocaba la trompeta en la banda de jazz de su escuela. Vivía en Santa Fe, Nuevo México, donde estuvo expuesto a música mexicana así como pop estadounidense. En su adolescencia también trabajó en un cine de películas internacionales donde nació su pasión por Fellini y la música de sus largometrajes. Como muchos jóvenes románticos, se enamoró de la cultura francesa. Por eso, al terminar sus estudios viajó con su hermano a Europa. Una vez que regresó con una visión cultural más amplia, inició su etapa creativa para escribir música. Apenas un año después de comenzar a estudiar Portugués y Fotografía en la Universidad de Nuevo México, firmó un contrato con Ba Da Bing! Records y ya no hubo vuelta atrás.

Para su segundo disco, The Flying Club Cup (Ba Da Bing!, 2007), ya tenía el apoyo de una banda completa que compartía la carga creativa. Pero Condon continuó siendo el motor del concepto. Mientras que Gulag Orkestar tomó influencias de la música balcánica, su segundo proyecto se inspiró en las canciones francesas que tanto le gustaban a Zach de artistas como Jacques Brel y Serge Gainsbourg. Una vez más sus viajes europeos le ayudaron a crear un estilo distinto a la música que se hacía en ese momento. A sus 20 años, Zach Condon había grabado dos discos en dos años.

https://www.youtube.com/watch?v=6gypBEmz2nk

Poco después el vocalista ya empezaba a sentir los primeros estragos de su atareado estilo de vida. En el 2008, al terminar su gira americana, Condon canceló sus conciertos en Europa porque se encontraba exhausto. Se disculpó diciendo que quería dar los mejores shows y que eso no era posible en su estado. Uno pensaría que Zach exageraba y podría tacharlo de artista delicado, sino es que un tanto diva. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la vida de un músico es dificil. Además del desgaste creativo, está el cansancio de vivir en gira, pasar poco tiempo en casa y estar siempre viajando. Dar un buen concierto es más extenuante que pasar varias horas en el gym cada noche. Los artistas con este estilo de vida hacen una labor admirable por amor a la música y la realidad es que no todos tienen la misma resistencia.

Para Zach, el descanso que tanto anhelaba terminó llevándolo por otra vía creativa. La mamá de un miembro de su banda era maestra en la ciudad de Oaxaca y ella les enseñó la música de las bandas funerarias de pueblos adyacentes. Esto llevó al grupo a viajar a Teotitlán de Valle para grabar con la banda funeraria local, compuesta por 17 miembros de una pequeña iglesia. Aunque Condon inicialmente planeaba escribir para la banda sonora de una pelicula mexicana, terminó utilizando las grabaciones para el EP March of the Zapotec. Después de esto viajó a Marruecos, donde compiló Holland, la otra mitad de su EP doble. Esto lo hizo bajo el nombre artístico Realpeople, el cual usaba cuando hacía música electrónica desde su cuarto en la adolescencia. En entrevistas Zach aseguraba que no se sentía bien si no estaba siendo creativo constantemente.

The Rip Tide se convirtió en el sonido más puro de la banda, algo ya no tanto influenciado por otras culturas sino por el pop americano que siempre había estado ahí. Escribir este disco fue el verdadero descanso de Condon. Se asentó en Brooklyn y se inspiró en sus propias raíces, resultando en un proyecto muy honesto y en una gira muy amena para la banda mientras que su éxito llegaba a su apogeo. Pero, después de tan prolífica carrera a lo largo de cinco años, ¿por qué tomó cuatro años terminar No No No?

https://www.youtube.com/watch?v=WfE156KQBa0

El mundo se dio cuenta de que Zach Condon no es una máquina dispensadora de música. Después de una extensa gira para The Rip Tide, el artista estaba drenado. No No No surge después de un complicado divorcio en el 2013. Por si fuera poco, Condon tuvo que permanecer internado en un hospital en Australia, una vez más por cansancio excesivo. Al regresar a Brooklyn, sufrió de un largo bloqueo creativo y fue gracias a que sus compañeros de Beirut persistieron en ir al estudio todos los días, que eventualmente surgió el nuevo trabajo. Con un poco de ayuda de sus amigos, No No No resultó como una manera de limpiar el paladar creativo. Tal vez, con este disco Zach Condon ha encontrado un balance entre su bienestar físico y mental y su exuberante necesidad de creación constante.

No No No sale a la venta el 11 de septiembre y estará disponible a través de Arts and Crafts México.

Este mismo viernes, Horas Hábiles transmitirá de 1 a 3pm desde el Mixup Zona Rosa (Génova #76) y durante la transmisión se venderán CDs. Cinco de éstos CDs contienen golden tickets y cada uno de estos cinco otorgará un pase individual para ir el sábado 21 de noviembre a ver a Beirut tocar en el Corona Capital 2015.

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