¿Y DÓNDE QUEDÓ EL “ÓDIAME MÁS”?

Corrían las cuatro de la tarde, no era un día cualquiera ya que el Estadio Azteca abría sus puertas para presenciar una vez más unos Cuartos de Final de la Liga Bancomer MX, el día no era para nada bonito, al contrario la lluvia caía en todo su esplendor, parecía como si ya supiera el resultado, pero eso no impidió que la gente se diera cita con una nueva ilusión, el ver a su “Ame” salir victorioso.

La mayoría corría a resguardarse, mientras los más vivos iban a comprar sus protectores contra la lluvia por el contagioso sonido que los vendedores hacían: “Llévele Llévele protectores pa’ la lluvia a 10 varitos”. Por otro lado muy a lo lejos se dejan escuchar los cánticos de la porra visitante, los Tuzos del Pachuca quienes entraban uno por uno y llegaban seguros de que su equipo iba a pasar a la semifinal.

En lo personal nunca había estado en un partido de liguilla en el Estadio Azteca, fue muy impactante el ambiente que se vive a las afueras del lugar con todo y la lluvia, como la “Monumental” que se reunió en la explanada para empezar a alistar todo y no dejar  de apoyar a su equipo. Una vez adentro del estadio el ambiente se torno con mucho nerviosismo y preocupación, pero lo hermoso del futbol es ver a los aficionados sentir los colores de su equipo y como pueden llegar a mover a miles, no solo en México si no en el extranjero, donde claramente predominaba el color amarillo y unos cuantos con la nueva playera verde neón horrible, los cuales hacían retumbar el estadio antes del encuentro con el famoso “Vamos, Vamos América que esta tarde tenemos que ganar”.

pachuca

Hasta la piel se me puso de gallina y no por que le vaya a las Águilas ni mucho menos, si no por el simple hecho de escuchar al coloso vibrar de esa manera. El partido dio inicio y al momento que cayó el gol de Pachuca, todo el estadio excepto por la porra visitante, se quedo pasmada y callada al ver como se les iba de las manos la Liguilla. Lo que se vive adentro del estadio es difícil de explicar ya que parece un mar de emociones, para mi buena suerte ha sido uno de los partidos más cardiacos y emocionantes reflejado en el rostro de las personas que rezaban y imploraban que el “Ame” volviera a volar.

(150307) -- PACHUCA, marzo 7, 2015 (Xinhua) -- El jugador Aquivaldo Mosquera (i), de Pachuca, disputa el balón con Oribe Peralta (d), de América, durante el partido correspondiente a la Jornada 9 del Torneo Clausura 2015 de la Liga MX, celebrado en el Estadio Hidalgo, en Pachuca, estado de Hidalgo, México, el 7 de marzo de 2015. (Xinhua/Isaac Ortiz/MEXSPORT) (da) (fnc) ***CREDITO OBLIGATORIO*** ***NO ARCHIVO-NO VENTAS*** ***SOLO USO EDITORIAL***

Fue ahí cuando con un golazo de Arroyo de tiro libre ya casi para terminar el encuentro logró brindarles la alegría más grande, en verdad ya no sabían ni como celebrar, te llovía la cerveza por todos lados y no te quedaba de otra más que aplaudir ese golazo, lamentablemente esa euforia les duro muy poco ya que con un polémico penal para Pachuca les volvió a arrebatar de las manos su Bicampeonato. Y así los americanistas optaron retirase del estadio con la mirada y el ego por los suelos, ahora sí no se les escuchaba a las afueras alardeando con el molesto “Ódiame más”. En lo personal, esta experiencia nunca se me va a olvidar y la repetiría una y otra vez, ya que el ambiente y las emociones que se viven dentro y fuera son lo más bonito del futbol, más aun si se trata de la fiesta grande del futbol mexicano.

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Fabian Chapela Vázquez

@FabianChapela

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