"Warpaint" - Warpaint

El segundo LP del cuarteto de musas chicas de Los Ángeles conocidas como Warpaint es un álbum de dualidades: está cargado de emociones fuertes y naturales, es delicado e imponente, es fantasmagórico y erótico. Contiene una belleza hipnótica pero devastadora. Creado en gran parte desde improvisaciones en sesiones de jamming por mujeres que aman su arte –más que la atención que llaman por ser chicas con instrumentos–, este es un disco que parece estar vivo y haberse creado a sí mismo; y es justo en su falta de estructura en donde recae el encanto de Warpaint. Tal vez sea un poco difícil de digerir en la primera escucha, pues hay que poner atención para descubrir todas los sonidos, capas, texturas y emociones que las diferentes combinaciones de estos elementos pueden generar. Es un rompecabezas que tiene diferentes formas de armarse y que revela más maneras de completarlo con cada escucha. Entre las piezas se encuentran los melodiosos llantos de tres de las cuatro integrantes, bajos cautivadores que se manifiestan poderosamente en momentos críticos, un piano melancólico, notas que parecen cantadas por una hermosa sirena debajo del agua, y letras que podrían arrancar corazones sólo con las uñas.

El primer corte que destaca en Warpaint es el sencillo “Love Is to Die”. Se trata de la primera canción del tracklist que disuelve la densa nube de humo y polvo en la que el escucha entró con las primeras notas. “‘Cause I got a knife to cut out the memories, so carefully, too carefully, it’s not necessarily to be so dark,” sollozan las voces (como perdidas y difíciles de distinguir entre la realidad y la mente) que lamentan haberse enamorado tan profundamente de alguien.

“Disco//Very” es una canción malévola que  seductora y con una mirada sensual (y malintencionada) indica con un dedo que uno se acerque a ella. Aún sabiendo que esta mistress podría ser venenosa, los aullidos diluidos, el bajo adictivo y las desgarradoras cadencias la hacen irresistible.

El resto de los cortes se fusionan en un todo de sintetizadores, cantos hechizantes y bajos llamativos que hacen al que lo escucha, perder la noción del tiempo. “Intro”, como lo establece el título, da una entrada fuerte al álbum, casi con enojo. Poco a poco se va diluyendo la ira; si este álbum representara el duelo emocional de un ser humano, “Biggy” sería la etapa de negación y “Teese” la de la tristeza más intensa. “Go In” entumece el dolor, sin embargo este individuo parece nunca alcanzar la aceptación por completo; se queda a unos pasos de concluir el proceso de duelo. No hay un clímax, ni un final.

Es muy valioso el lanzamiento de un álbum como este, que requiere de mucha atención y paciencia; sobre todo durante tiempos en los que la inmediatez, la definición y las primeras impresiones parecen lo más importante. Es cierto que este material es más refinado que el álbum debut The Fool (2010), pero Warpaint de alguna manera se queda inconcluso, pues tiene una personalidad ansiosa, misteriosa e impredecible que marca el regreso de estas sirenas a la superficie del oscuro lago que habitan.

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