Vísperas de guerra: Mórbido 2018
Al entrar en el Museo José Luis Cuevas, la alfombra funciona como escenario para las múltiples cámaras que toman fotos. Un organillero se escucha al fondo en un ambiente propio del Día de Muertos: catrinas sirviendo tragos, luz dramática al estilo del expresionismo alemán, tonos de morado y naranja dan color al piso. Estas guían entre las salas lounge hasta el centro del lugar donde hay una pirámide con cráneos y una gran M en la parte superior. Tras los momentos que se tarda en procesar la atmósfera, un voz penetrante se escucha en el recinto: “Ni se molesten en buscarme por que no me van a encontrar. Esta es tercera llamada”, dice la voz espectral de Pablo Guisa, quien llama la atención hacia la pirámide.
Las luces se apagan, acompañadas de un olor dulce y el sonido de flautas. Entre los espectadores salen guerreros con enormes penachos de colores. Inicia un ritual: mujeres con copal santifican al público, comienzan una danza al ritmo de tambores. En el segundo piso aparece nuevamente Guisa con un escudo con el logo del festival: “Sí, traigo plumas en la cabeza y hablo inglés”. Inicia la introducción a la onceava edición del Festival de Cine Mórbido.
Para comenzar se da una explicación sobre los rituales que se hacen para los muertos caídos en batalla. ¿Qué mejor fecha para hablar de la muerte? El dramatismo y nivel de producción de la ceremonia es algo que se ve con poca frecuencia. El ritual termina y dos drones descienden de la oscuridad, iluminando a la audiencia mientras una marcha suena el fondo. El centro de la sala se alumbra, revelando una vez más al presentador, ahora en un uniforme militar.
La veneración a la guerra ha concluido, dando paso a un discurso sobre la estupidez de la guerra y las barbaries que se han realizado. Es un buen momento para honrar los muertos. Inicia el In Memoriam con gente de la industria, después la banda Mórbido, como fue anunciada. Una banda de guerra que toca el himno nacional, acompañan la llegada de la bandera. Termina la ceremonia formal con “La marcha imperial” de Star Wars de fondo. El público ríe y aplaude. Entra una legión de stormtroopers escoltando a Darth Vader con una Princesa Leia atada. ¿Quién más podría ser?
“La guerra en la ciencia ficción nos sirve también para hablar de los problemas actuales. Verla en la pantalla grande nos sirve para evitar reales catástrofes”, dice Vader quitándose la máscara, revelando por debajo, a Guisa. Con una lámpara que era usada por el valet parking para señalar “corta” las ataduras de Leia. “Es mi cuchillo láser…No me alcanzó para el sable”. Nuevamente hay risas del público. El festival inicia con este gesto, invitando a los espectadores a fiesta. El anfitrión se despide bailando disco y diciendo: “Y recuerden amigos: la guerra y los que la hacen… son estúpidos”.
El Festival de Cine Mórbido concluye el 10 de noviembre. Consulta el programa completo aquí.