“Los punks británicos son unos amargados. Cantan canciones sobre el problema de no tener trabajo y eso no puede ser muy alegre, nosotros también estábamos en el paro cuando empezamos y eso no nos impidió hacer canciones divertidas. Ellos tienen una mentalidad muy negativa. Y odian Estados Unidos. ¿Cómo se atreven?"
-Dee Dee Ramone
La crisis económica, el aumento masivo del desempleo y el descontento causado por la Guerra Fría hicieron de Nueva York una ciudad sin rumbo al iniciar la década de los setenta. La escena del rock también había caído en una gran depresión pues pasó de medio de expresión a una simple herramienta de mercado que no se identificaba con los jóvenes que se sentían marginados por el sistema.
En 1974, el CBGB & OMFUG (emblemático venue situado en el 315 de la calle Bowery en Manhattan) fue el lugar donde se descubrió a una de las bandas que combinó apariencia, sonido y actitud a la perfección: Ramones. El cuarteto lo integraban Joey (vocalista), Johnny (guitarra), Dee Dee (bajo) y Tommy (batería).
Su virtuosismo recaía en rasguear a toda velocidad y tocar sólo acordes simples. En sus presentaciones en vivo podían interpretar 12 canciones sin parar en alrededor de 16 minutos. Este minimalismo acelerado también se dio para grabar su debut.
Siete días y $6,400 dólares. Eso fue todo lo que necesitaron a principios de 1976 para lanzar su primer álbum. El 23 de abril del mismo año, Ramones cambió (sin darse cuenta) la historia del rock. En ese momento la crítica no alabó su disco y tampoco fue un éxito comercial, pero cuatro décadas después se le recuerda como uno de los más influyentes de todos los tiempos y la joya del punk rock.
"Hey! Ho! Let’s go!"
"Blitzkrieg Bop" es un himno que resume a la banda. Apenas rebasa los dos minutos, es divertido, crudo y muy simple. Fue lanzado como el primer sencillo y funcionó como carta de presentación para un disco que, con sólo 29:04 minutos, ha mantenido a generaciones enteras en busca de imitar esa esencia.
El movimiento influyente anterior al punk era el hippie, donde se buscaba aquella utopía de amor y paz, un sueño muy alejado de la realidad. Ramones sirvió para que los jóvenes canalizaran su marginación y liberaran violentamente sus inconformidades.
Las letras reflejaban situaciones que los Ramones veían en su natal Queens, Nueva York: drogas y violencia. Aunque trataban temas oscuros, lo hacían con un sentido del humor muy particular. “Beat on the Brat” se le ocurrió a Joey al ver a un niño malcriado y consentido sin ninguna clase de disciplina, “la clase de niño al que querrías matar”. Increíble que una canción sobre pegarle con un bat de béisbol a un pequeño fuera tan exitosa. Las películas de terror también servían de inspiración, “Chain Saw” hace referencia a The Texas Chain Saw Massacre y contiene el sonido de una sierra eléctrica.
“Now I Wanna Sniff Some Glue” es otro de los temas más recordados, donde Ramones sólo demostraba la apatía de una juventud deseosa de inhalar pegamento. El álbum contiene muchos temas que hablan de querer y no querer hacer ciertas cosas ("I Don't Wanna Go Down to the Basement", "I Don't Wanna Walk Around with You"), incluida la que -a pesar de todo- demuestra que tenían un lado romántico: “I Wanna Be Your Boyfriend”.
El álbum le devolvió al rock sus raíces primitivas y comenzó la era en la que el punk dominaría efímeramente y crearía una contracultura. Sin embargo, en Estados Unidos esto no era considerado una amenaza, sino un negocio, uno que debía explotarse y los Ramones supieron cómo. Prueba de esto es el mito de que se han vendido más camisetas con el logo que el diseñador Arturo Vega (conocido como el quinto Ramone) creó para la banda que discos de la agrupación. O la emblemática portada del debut donde se observa a los cuatro con sus chaquetas de cuero frente a una pared de ladrillos, un look que muchos han intentado recrear.
Algo es cierto: un rock que se volvía cada vez más metódico y complejo obtuvo un segundo aire de frescura al ritmo del “1-2-3-4” característico de Dee Dee Ramone.