Link Wray & The Wraymen: un disco que cambió la historia de la música
En 1960 ya sabíamos quién había puesto el “bomp” en el “bomp bah bomp bah bomp”, y quién había puesto el “ram” en el “rama lama ding dong”. Bandas como los Ventures y músicos como Dick Dale y Duane Eddy ya habían sentado las bases para lo que sería conocido como música surf, y definitivamente son intérpretes que tuvieron mucha influencia en el desarrollo de la escena y la música misma – ¿qué sería de tantas bandas posteriores sin “Misirlou” o “Walk Don’t Run”, por ejemplo? Pero algo faltaba bajo del sol playero o de Medio Oriente – ¿quizá cierta crudeza, quizá algo más de punch? Y para eso estuvo Link Wray, sin quien el punk o el metal serían lo que son.
Wray lanzó su primer sencillo ya a una edad considerable, tomando en cuenta que muchos de sus contemporáneos discográficos iniciaron su camino a veces aún siendo adolescentes. Fue en 1958 (a sus 29 años) que sacó “Rumble” con Cadence Records, tema que fue incluso vetado en algunos estados de Norteamérica por miedo a que causara un repunte en la violencia de pandillas. Entre enero y octubre de 1959 lanzó tres sencillos más, que fueron parte de este álbum de 1960, en los cuales no dejaba de lado el sonido a ratos meloso con composiciones “Lillian”, una canción que no escucharíamos fuera de lugar en algún baile de secundaria; o tampoco sus raíces más country en canciones como “Caroline” o “Dixie Doodle”, que se antojan como para haber salido de alguna cantina del salvaje oeste.
Y por supuesto Wray no tenía empacho en experimentar, así como Grady Martin descubrió el fuzz, o Dick Dale introdujo elementos de Medio Oriente a la música popular, Wray dio un buen uso a la distorsión. Y si bien encontramos composiciones clásicas – digamos – para la época, el Link Wray & The Wraymen (nombre que tomó la banda al estar formada por sus dos hermanos, Vernon y Doug) es un disco en el que seguía explorando las bondades del power-chord presentado en “Rumble”. Canciones como “Ramble” o “Radar” dan testimonio de esto.
También encontramos influencias de Duane Eddy, que como mencionamos ya era un músico consagrado del género, con más de diez sencillos y tres discos de larga duración, con la canción “Raw Hide”. Pero es quizá “Comanche” el tema en el que encontramos a un Link Wray menos tradicionalista. Al escucharla entendemos por qué Wray es la gran influencia que ha sido desde entonces. Desde Bob Dylan hasta Iggy Pop, pasando por Bruce Springsteen y Pete Townshend, han reconocido el lugar de Link Wray en el panteón del Rock & Roll, y prácticamente podemos escucharlo en tantas bandas alrededor del planeta que quizá no acabaríamos en un buen rato.
Guitarristas de surf instrumental hay de sobra, pero músicos que cambian la historia de la música sí son una rareza. Link Wray es uno de estos, y Link Wray & The Wraymen, a pesar de apenas ser una suerte de plano inicial del rock más pesado que traería en años posteriores, es una colección que vale la pena revisitar constantemente. En resumidas cuentas, tratándose de la importancia de Link Wray, Wau y Los Arrrghs!!! no lo pudieron haber dicho mejor: “No se dice adiós… se dice ¡aLinkWray!”.