Después de presentar "Palace" - primer sencillo de su nuevo álbum Familiars (ANTI-, 2014) - The Antlers estrenaron un nuevo track titulado "Hotel", el cual ya tiene video. Su quinto LP saldrá el 17 de Junio. Desde sus inicios, Peter Silberman y su banda se han distinguido por tener una música instumentral que seduce y obliga al escucha a llevar a cabo una contemplación auto-destructiva. Con la salida de su tercer álbum, Hospice (Frenchkiss, 2009), lleno de sonidos repletos de subjetividad, y que narra la historia de una relación entre un trabajador de un hospicio y una mujer con cáncer terminal en los huesos, los americanos lograron definir su sonido. Después siguió Burst Apart (Frenchkiss, 2011), el cual fue igual de aclamado que el pasado. Las letras de Silberman, tormentosas y cargadas de ansiedad melancólica, hacen que sus canciones sean perfectas para cualquier crisis emocional o para vivir el duelo por alguna perdida, ya sea de relación o muerte, acobijando a cualquiera de una nostalgia inevitable.
En "Hotel", la nostalgia, el pasado y el aislamiento son parte del contexto de la canción. No importan las circunstancias por las cuales uno se encuentre solo en una habitación de hotel, ya sea lujoso o de paso, lo que narra la canción es un pasado que no deja vivir. La ocasión de estar en soledad - rodeado de una televisión sin prender, unas sábanas desconocidas y chocolates y alcohol en un minibar - amerita para intentar olvidar como se sintió y vivió el pasado. ¿Quién no ha intentado olvidar algo o alguien del pasado, alguién que no deja de nublar nuestras emociones y nuestros pensamientos? Llega la hora del check-out, y finalmenmte, uno es invadido por el miedo de salir a la cruda realidad del mundo exterior y uno termina por darse cuenta que a pesar de dormir en una cama ajena, sigue siendo la misma persona, el pasado sigue en la memoria.
En el video, dirigido por Derrick Belcham, se muestran imágenes minimalistas yuxtapuestas de los integrantes de la banda paseando por un lugar acabado, abandonado y en el olvido. Peter Silberman y compañía parecen fantasmas en un lugar casi embrujado, creando momentos contemplativos de imágenes texturizadas que se complementan perfectamente con las trompetas y guitarras de la canción.