Una noche sin fronteras con Chicano Batman

Fotografía de Katya Martínez.

Hay personas que piensan que los tiempos del universo son perfectos y no los culpo. La noche del 21 de junio justo en el transcurso del solsticio de verano, Chicano Batman incendió el Lunario del Auditorio Nacional con una de las presentaciones de mayor éxtasis que el recinto ha tenido la fortuna de albergar.

Antes de que los asistentes al concierto pudiéramos corear temas como “Magma”, “Cycles of Existential Rhyme” o “Flecha al Sol”, el acto abridor Salvador y el Unicornio se encargó de establecer el mood latino en el ambiente y después de casi una una hora de espera para ver a la banda americana radicada en Los Ángeles, con un coro intenso y al unísono de un público que gritaba “¡chicano, chicano, chicano!”, Bardo, Eduardo, Carlos y Gabriel salieron al escenario.

Fue refrescante poder ver todavía a una banda que no solo disfruta de tocar aún su música, sino que además logra transmitir esa pasión al público. Entre marometas, guitarrazos, solos en un Nord Electro 4 color rojo despampanante, hubo magia. Hubo corazón.

El Lunario del Auditorio Nacional es un recinto perfilado para gozar de cierta intimidad y complicidad entre la banda y la audiencia, y al calor de la noche, con temas como “La Samoana”, “Soniatl” y “Lisandreando”, el público no pudo contener la dicha de estar viendo semejante acto, y desde los primeros guitarrazos de la noche, con aplausos, gritos ensordecedores y hasta una marcha coreografiada para incrementar el retumbar del lugar, lo hicieron notar.

Además de canciones de su último material discográfico que cuentan con una fuerte carga política que no solo apela a países en específico como México, sino a Latinoamérica en general como: “Freedom is Free” o “La Jura”, Chicano Batman fue capaz de hacer bailar hasta al más renuente al ritmo de canciones que no se escuchan típicamente en este tipo de recintos como: “Déjenme Llorar” cover de Los Freddys, o “El Sonidito” original de Hechizeros Band, ésta última después de un encore que estremeció el lugar.

 

Chicano Batman es una agrupación que ha demostrado una destreza instrumental remarcable a lo largo de sus álbumes, y en sus presentaciones en vivo cada músico se pierde dentro de su instrumento haciendo gala de su virtuosismo. El Lunario fue testigo de como los angelinos lograron romper la barrera cultural y del idioma, y se tornó inobjetable la admisión de encontrarse frente a un acto imperdible, cuyas almas van –como bien cantan en “Itlotiani”– comunicando amor.

 

 

 

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