Twitter en tiempos de la pandemia
Por Abdiel Rodríguez y Emilio Sánchez
Twitter es una red social polifacética que se ha ganado cierta fama de ser “elitista” por el uso que, principalmente, le dan políticos, empresarios, intelectuales (politólogos, filósofos, antropólogos, sociólogos, internacionalistas), mass media tradicionales (como CNN, NBC, FOX, ESPN, RT, BBC, NYT, The Economist, entre otros), etc. Sin embargo, también hay gente que ha tenido gran relevancia en esa red social debido a mensajes divertidos, imaginativos, del acontecer diario o relativos a su vida cotidiana.
En nuestra emisión de hoy de Tengo Otros Datos, Rox Aguilar entrevistó a Rossana Reguillo, activista y directora del laboratorio interdisciplinario Signa_Lab del ITESO, que se dedica al análisis de datos y redes sociales. En su lectura de la conversación en Twitter sobre la contingencia por el COVID-19, han detectado tres principales ejes narrativos:
El discurso de la teoría de conspiración. Rossana nos cuenta que es prevalente la preocupación de muchos usuarios de una presunta falsedad detrás del virus. Esta conversación se orienta, generalmente, a la idea de que existen “mentes maestras” moviendo los hilos de la pandemia y propagando el contagio.
Contraste entre cobertura de divulgación y científica. Según el análisis, la información de carácter científico (que profundiza más sobre puntos específicos de la pandemia) circula de manera más eficiente cuando la conversación es en inglés. Rossana detecta una banalización del lenguaje científico en información de carácter divulgativo que, aunque permite a las audiencias incorporar conceptos científicos a la conversación y penetran el imaginario cotidiano, no siempre se hace de manera apegada a su uso correcto.
El miedo. Rossana nos dice que este último eje juega un papel central en la mayoría de las conversaciones en redes sociales. “Ha sido muy interesante ver cuáles son las áreas más problemáticas en términos de emociones vinculadas a este miedo. Tiene que ver con la noción de futuro, tanto en lo formal (de la vida cotidiana) como en el futuro de la humanidad. Van desde las preguntas más básicas a las de carácter ontológico”. La preocupación por una inminente crisis económica también está muy presente en la conversación de redes sociales.
Por otra parte, el pasado 22 de marzo tuvo una gran relevancia el tweet de un usuario de Bilbao, España, cuyo perfil se presenta como @koalalala. Su mensaje contaba, hasta ese momento, con 30,5 mil retweets y 119 mil “me gusta”.
En su publicación, narra lo dramático y terrible que ha llegado a ser la pandemia de coronavirus en algunas latitudes: nos transmite cómo esa enfermedad destruye a su familia, al perder a suegro y a su suegra, con su mujer aislada por 14 días sin salir de su habitación y él y su hija con fiebre, uno de los síntomas más comunes de este virus.
Con las desgracias, vienen también las muestras de cariño, solidaridad y apoyo, que también son globales:
Seguramente la pandemia del COVID-19 nos dejará miles de enseñanzas positivas como humanidad, muchas están en construcción, otras tantas, quizá, ni podemos imaginar lo que nos revelarán en términos de cooperación y solidaridad internacional. Por lo pronto, el caso de Jorge Díaz nos motiva a pensar este puede ser un momento global memorable, también por las muestras de apoyo y pesar por los pacientes.
Twitter en tiempos de pandemia es el receptáculo ideal para todo tipo de contenido. Habrán notado, incluso, que la conversación hoy 25 de marzo en la red social, se ha apartado muy poco del tema. Lo importante, como tuiteros, es saber cuándo vale la pena compartir esa nota, ese meme o la cadena de WhatsApp que llegó al grupo familiar. Sobre todo, enfrentemos este momento sin esparcir el miedo que sólo obstaculiza la información de prevención y medidas oficiales.
Para más información de SignaLab, invitamos a consultar sus redes sociales, @Signa_Lab en Twitter, y en su sitio web: signalab.mx.
