Por Betoques, Davo y Alonso Salamanca
Cuando salió el cartel de Fascinoma, se desencadenó una reacción de sorpresa e incredibilidad en las personas, ¿Cómo era posible que para el primer año de este festival contaran con tales actos y lo realizaran en un entorno tan prometedor?
Los organizadores de Fascinoma no sólo se aventaron un volado inusual en México, también apostaron por algo a lo que pocas personas se atreven, generar comunidad. Nos da mucho gusto contarles que lograron su objetivo y a las pocas horas que concluyera Fascinoma ya se estaba manifestando el amor y agradecimiento por sus asistentes. Ya que en Ibero 90.9 somos de la idea de apoyar propuestas que tengan este propósito y que mejor vehículo que la música, mandamos a un equipo de tres periodistas y una fotógrafa para capturar algunos momentos significativos del festival.
Una vez estando en Atlixco, recibimos un mensaje extraño del celular de uno de ellos; decía que la Luna, el "Popotepec" y las flores los habían convertido en un cancerbero y una cíclope.
Esa transformación sucedió del 12 al 13 de noviembre y una vez que regresaron a la Ciudad de México, nos explicaron lo que vivieron; lo que van a leer a continuación es su experiencia en Fascinoma.
[Machinedrum, fotografía de Paulina López]
Cabeza de Davo (@davosea):
La variedad de festivales en la Ciudad de México y sus alrededores sigue en crecimiento y una nueva experiencia a las faldas del Popocatépetl se avecinaba. El Festival Fascinoma ofreció un cartel digno de un line-up de cualquier festival de vanguardia dentro de la música electrónica de calidad. Albercas, áreas verdes y una fábrica textil de inicios del siglo XX convertida en un balneario, fueron los lugares que presenciaron la primera edición de este festival que incluía a Kode9, The Gaslamp Killer, Mala, Dam Funk, Machinedrum, Larry Heard, entre muchos otros, que lograron revolver los cerebros del debutante público en Metepec-Atlixco.
[Larry Heard, fotografía de Paulina López]
El público se recuperaba del primer día de actividades; la alberca y el sol eran los indicados para llevar a cabo dicha regeneración. Pero aparte estaba la parte musical, ya que mientras lo antes descrito ocurría, fue cuando Brian Shimkovitz se subió al escenario con su caja de cassettes para musicalizar el relajado mood que en ese momento reinaba en el balneario. Awesome Tapes From Africa es un proyecto que se centra en presentar música que su fundador (Brian Shimkovitz) ha recopilado a lo largo de su vida durante sus múltiples viajes principalmente a África Occidental, lugar en el que las cintas y cassettes son la principal manera de difusión musical. Era curioso observar un dj set hecho con puros cassettes, ya que para nuestros tiempos suele ser inusual.
La música incluida en estas cintas era básicamente afro-beat, disco y funk del continente negro que inevitablemente hacían bailar posiblemente al ritmo de habitantes nigerianos y/o ghaneses. La maestría con la que Shimkovitz mezclaba sus cassettes era de respetar, tal y como su misma selección que sólo reflejaba y demostraba que Awesome Tapes From Africa no es más que un proyecto arqueológico (por así llamarle) que ayuda a que esta música tan fina no quede tan sólo flotando en el aire y se pierda, sino que todos seamos capaces de percatarnos y de valorar lo importante que la música africana puede ser.
[Awsome Tapes From Africa, fotografía de Paulina López]
En la tarde del sábado, justo en el momento del atardecer y mientras el público necesitaba algo para relajarse después de toda la pesada jornada de viernes, apareció Dam Funk, quien ya había estado en el Festival Bahidorá del 2015. En aquella ocasión pudimos entrevistarlo en Ibero 90.9 y nos contó su historia sobre cómo pasó de ser camionero a un músico de electro-funk que trataba de recuperar los gustos musicales de su infancia y adolescencia.
Fue un set que se basó en el funk incluido en su más reciente álbum 'Invite the Light' del año pasado, además de algunos clásicos mezclados y reversionados a su elegante estilo. La vibra que la voz de Damon Garrett emanaba era muy especial, ya que él estaba muy emocionado de poder tocar una vez más en México y, además de disfrutar de su propio set, dejó claro que una de las razones por las que él estaba en Atlixco ese sábado era para presenciar el set de la leyenda del house Larry Heard, mismo que señaló como imperdible.
[Dam-Funk, fotografía de Paulina López]
Cabeza de Alonso Salamanca (@__alonso):
El venue, irreconocible debido a la oscuridad. El viento frío se hizo notar en las pieles de los asistentes, y el ambiente humedecía conforme caían las primeras gotas de la llovizna que despertó la ansiedad de los presentes. Después de todo, las predicciones climáticas siguen siendo motivo suficiente para clavar los cuchillos en un festival al aire libre durante el otoño mexicano.
Durante la noche del viernes, las nubes y el agua se ciñeron apresuradamente sobre el escenario principal para presenciar el acto del estadounidense Galcher Lustwerk (White Material, Studio OST, Lustwerk Music), una de las primeras cartas fuertes del festival en tocar.
Pista tras pista de deep house se adhieren unas con otras con naturalidad gracias a una impecable ejecución técnica por parte del ohionés radicado en Nueva York, acordes menores y texturas emplumadas de por medio. La presentación del DJ set es un eco de sus propias producciones, caracterizadas por su sobriedad y moderación. El hecho de que algunas de éstas surgieran de vez en cuando durante su acto no contiene un ápice de azar, como tampoco fue azarosa la inclusión de algunos tracks obscuros de funk y R&B. Lustwerk logró que el público se uniera en una danza con la lluvia, guiándolo a través del ritual hacia el final de su set, momento en el que también escampó.
[Galcher Lusterk, fotografía de Alonso Salamanca]
El cese de las precipitaciones y el elegante estruendo de la música de Galcher Lustwerk habían permitido que el escenario XX DosEquis comenzara a recibir a más adeptos de los beats en cuatro cuartos.
Junto con un agradecimiento en memoria de quien había dejado el escenario minutos antes, el corbeta de Delsin Records Delta Funktionen dió rienda suelta a su presentación con una selección ácida, ambiental y repleta de pads reminiscentes a lo más puro del techno de Detroit. Su técnica es tradicionalista, utilizando el ecualizador a tres bandas del mixer en forma rigurosa.
Esto pasó a ser percibido como un tratamiento nostálgico a pistas de techno más bien de reciente manufactura. El resultado: dos horas de techno rígido y ruidoso con momentos de catarsis provocados por los ambientes de algunas pistas, que funcionaban como liga entre los kicks y snares de los diferentes modelos de cajas de ritmos Roland.
[Delta Funktionen, fotografía de Alonso Salamanca]
Después de vibrantes presentaciones de Dâm Funk y Jacques Greene en el escenario XX DosEquis, la gran cantidad de personas que se habían aglomerado para bailar se había dispersado. Andras Fox subió a la tarima y se postró sobre la mesa, examinando las tornamesas y CDJ’s. Algunas cuantas personas que se encontraban debajo de él le saludaron y después esperaron. El australiano se notaba de lo más tranquilo. Algo sabía que los demás actos no.
De pronto, el inicio de su set: una pista de house profunda e hipnotizante que sienta inmediatamente el mood de toda su presentación. Un continuum de leftfield house y reinterpretaciones de disco y funk que se inserta inmediatamente como recuerdo en la percepción de quien lo escucha.
Las pocas personas que estaban ahí, bailando al ritmo de Zanzibar Chanel y otros exponentes de la ascendente escena australiana, se conocieron y se hablaron, comprobando una vez más que la percepción musical de Fox genera sintonía y diálogos.
Uno de los sets más despreocupados y honestos del Fascinoma MX.
[Andras Fox, fotografía de Alonso Salamanca]
Cabeza de Betoques (@aybetoques):
Tal vez sigo reteniendo algún eco que escuché en un salón durante la carrera de comunicación, o vi por un instante en pantallas; pero durante Fascinoma me pareció haber notado la emisión de mensajes.
Uno que ya había leído entre líneas (pero para comprenderlo tuve que escuchar entre escenarios); fue el objetivo que se propuso Fascinoma en reunir constructores. Ellos han pasado años trabajando en generar comunidad, música; y sobre todo edificando su vida.
En medio de lo que solía ser una de la fábricas más grandes de la región y ahora hospeda familias en plan de ocio, pudimos presenciar como se juntaban estos guerreros para dejar una nueva marca en las paredes del Centro Vacacional Metepec; el ruido de la unión.
[Vista del helipuerto, fotografía de Paulina López]
Dos de los mencionados, comparten una semejanza que los distingue ante el resto. Para hacerlo más interesante que sólo revelar los nombres, se hizo un juego en un chat imaginario con tres usuarios. La primera interacción, fue alguien diciendo que era su primera vez tocando en México; pero su lazo va más allá de esto.
Un usuario de Brazil nombrado ‘LowEn_DMZ’, respondió que ellos han sido co-fundadores de fiestas en los respectivos territorios habitados (Los Angeles y Londres); además que los principios de tales fiestas conmoverían tanto a las personas que alcanzarían a tener un impacto global .
El tercer y último usuario, contestó que se trata del cabello; los años y vivencias que creció junto con cada pelo. Todas estarían equivocadas, el mismo juego era un juego en sí; para entender la respuesta se tuvo que haber estado en el escenario UFO las últimas horas del sábado 12 hasta el comienzo del domingo 13…
Aunque se les respondiera que la respuesta era Mala y Gaslamp Killer, no habría manera de explicar aquella similitud; sólo quienes presenciamos sus actos lograremos entender que ambos eran hechiceros.
Cada uno manifestó energía distinta durante su respectivo conjuro sonoro, comencemos hablando de aquel que entregó todo.
[The Gaslamp Killer, fotografía de Paulina López]
La última vez que Gaslamp había venido a México era cuando tenía 18 años con su padre, y ahora regresaba más de 10 años después con él para realizar ese ritual que nunca había podido hacer en este país.
Acompañado de su mejor amigo, un volcán prácticamente a su espalda y sus seguidores en frente; William estaba más listo que nunca para ser The Gaslamp Killer...Su presentación no era ni fue como cualquier otra, viene de afrontar tres años devastadores tres años y en Fascinoma fue donde pudo contar quien es, dedicarle con gran cariño a su abuelo y su hermano “Nissim”, encontrar el mejor momento y lugar para declarar su disgustó a lo que representa Estados Unidos; y realizar una de las conexiones más poderosas que jamás ha hecho.
Ante una óptica superficial y hasta cierto grado insensible, algunos dirían que Gaslamp hizo un “show”; si ven por ese lente jamás podrán observar lo que hay al fondo. Si abren observan y escuchan con atención, se darán cuenta que es una narrativa; la situación actual de Gaslamp Killer contada por el mismo en voz alta.Acompañado de palabras, herramientas y sobre todo experiencia (estar en el ruedo desde los 19 años y haber tocado 500 veces antes de cobrar no es cualquier cosa); Gaslamp enunció su historia con sabias enseñanzas (probablemente la mejor fue “Don’t be childish, but childlike) y furia implacable.
No hubo ser vivo (más que las plantas) capaz de mantener su mente de pie ante el espectáculo que sangró Gaslamp Killler. Una vez que deshizo a todos los organismos presentes, concluyó invocado que se vuelva costumbre venir a México al menos una vez al año. Depende de nosotros conseguir que se cumpla este deseo, es nuestro deber asegurarnos que regrese más seguido a casa.
[Gaslamp Killer, fotografía de Paulina López]
Después de que el cuerpo recibiera una vibra tan intensa, se sentía como si ya había terminado un capítulo importante de Fascinoma; pero faltaban unas horas para que en ese mismo escenario apareciera el otro brujo. Si bien hemos accedido al trabajo de Gaslamp y Mala a través de internet, Mala en particular tiene una relación más fuerte con este medio ya que la meditación que guío en Croydon con sus compañeros provocó el surgimiento de una de las comunidades digitales más orgánicas y peculiares que ha tenido la música electrónica. Lo asombroso del dubstep es que a pesar de ser ubicado en un zona en específico,ser tocado por medio de formatos físicos en clubes, y que se comunicaba a través de frecuencias en radio pirata; se podía acceder a esta información en línea y sobre todo tener una conversación sobre ella con otra persona.
[Mala, fotografía de Irma Ruiseñor]
Con más de 10 años meditando meditado en el peso del bajo, ahora siendo comandante en jefe de Deep Medi y explorador sónico en Brownswood Recordings, Mala venía más que armado para su primera vez en México. A diferencia de Gaslamp, Mala se paro frente a sus seguidores con una calma implacable; su acto no sería ejecutado a través de movimiento ni la voz; sino mediante el sagrado dubplate. La importancia del vinilo se aclaró durante su set, una lealtad inquebrantable tanto por la fidelidad sonora del formato como por lo que representa para la cultura del soundsytem.
Entre los dedos de Mala y la aguja de las tornamesas, se tocaron acervos históricos de la frecuencia. A medida que pasaba el tiempo se nos olvidaba medirlo, poco a poco el sonido se volvía un mantra. Desde Wiley hasta Bob Marley, Mala nos llevó por distintos caminos aunque todos tenían baches. No hay manera de colocar un letrero que diga la carretera que tomó Mala durante su set. Mala tiene su propia frecuencia y aunque tocó joyas clásicas como “Changes”, el remix de “Gangsta 4 Life” que hace Coki y “Road Rage”; tomó su propio rumbo.
[Mala, fotografía de Irma Ruiseñor]
Parte de esa trayectoria tenía ciertas paradas anticipadas como lo fue “Skeng”, pero eso no le quitó lo emocionante y en particular un momento especial fue cuando dejó sonar el himno a la paz titulado “Anti War Dub”. Después de flotar por un buen rato, finalmente vino el momento de dar por terminado el viaje y las últimas dos canciones fueron un aterrizaje en blandito. Como primer abrazo tocó la reinterpretación que Mala hace a “Feelin’ U, Feelin’Me” de Alicia Keys y para despedir sonriendo dejó sonar la canción que aplaca hasta al más ojete, “I Wanna Love You” de un tal Bob Marley.
https://www.youtube.com/watch?v=acYn_fy563Q
Poder contemplar a Mala y su acto, fue poder captar todo lo que hemos leído en artículos y escuchado alrededor de los años; al fin percibimos lo que es el bassweight. La reunión que se mencionó al principio del texto ocurrió de manera espontánea en el escenario mientras Mala tocaba, sus colegas y amigos se subieron para estar detrás de él apoyando y sintiendo con todos lo que detonaba.
Ver a Kahn & Neek junto con Gaslamp y Machinedrum apoyando y apreciando el trabajo que hacía Mala fue algo realmente inspirador. De aquí es donde se desprende el otro mensaje, hacer lo mismo entre nosotros; buscar la manera de trabajar para nuestras metas como un colectivo. Si empezamos con la música se puede aplicar a otras cosas y llegar a más escalas. Por lo pronto; a todo el equipo de Fascinoma les puedo asegurar que cuentan conmigo; se rifaron muy cabrón.
Suele ser una costumbre o cortesía, pero de parte de todas las cabezas y la cíclope, queremos agradecerle al equipo que hizo posible Fascinoma pero sobre todo a Erika Arroyo, Edlin Castro, Andrés Montes y Johan Graffman por toda la ayuda y esfuerzo en lograr que Fascinoma se volviera un festival inolvidable, hasta el futuro.