Trámite: el arte como refugio y sociabilidad
La propuesta y apuesta por plataformas que le brinden un espacio de exposición a artistas de distintas bifurcaciones y movimientos estéticos, para crear un espacio de diálogo entre los realizadores y el público, resulta urgente. Necesario. Vital. En este contexto, llega la cuarta edición de Trámite.
Frente a la enorme incertidumbre que vive la comunidad cultural mexicana, principalmente por la falta de ingresos al cancelarse por meses sus actividades -no esenciales- y el desamparo económico de las autoridades gubernamentales a este sector, en el marco de la crisis generada por la pandemia del nuevo coronavirus que impacta al mundo. Hoy existe el riesgo de retroceder en su transformación y desarrollo.
Trámite es un evento que tiene como metas principales impulsar la producción creativa, difusión, exhibición y venta de arte contemporáneo.
Bianca Peregrina y Miguel Loyola, directores del proyecto en entrevista con Ibero909 nos revelan desde los orígenes más elementales hasta los motivos más profundos detrás de la edición de este año.
Bianca es amante de producir y difundir contenidos audiovisuales, egresada de la carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana. Su camino se cruzó con el de Miguel Loyola, en Querétaro. La escultura e instalación son sus especialidades artísticas y él tiene estudios en Diseño Industrial.
Juntos concluyeron que los museos y galerías siempre tienen la misma propuesta: carentes de una irrupción creativa que deslinde al arte de las etiquetas snobs con las que normalmente es calificado.
Decididos a demostrar que el arte también puede ser sencillo, accesible e independiente de pretensiones decidieron impulsar un concepto, que en principio no tenían claro cuál era, y que finalmente terminó llamándose Trámite.
Al preguntarles el porqué nombrarlo bajo ese concepto, Peregrina y Loyola explican que su intención fue otorgar una noción de candidez al arte. Y explican: Llevar a cabo un trámite muchas veces resulta tedioso pero común en nuestras vidas.
Se actúa justamente desde la noción de lo “común” aplicado a la producción, contemplación y adquisición de una creación artística. Los trámites son para todo el mundo, y de igual manera, las obras que se exhiben dentro de la galería.
“Hay que partir del hecho de que el arte puede ser disfrutable para todas las personas. No sólo es ornamental. Hay que quitarle la cara institucional elitista y hacer que la gente se sienta cómoda con él, como si fuera un hogar”, señala Peregrina.
La propuesta narrativa y estética de Trámite se va reinventando cada año. Bajo el nombre de Refugios, el tomo 2020 se crea desde la importancia de hacer arte frente a las limitaciones que ha dejado la pandemia. Que cada artista, diseñador y curador involucrado proponga una premisa en que exhiba una faceta más íntima de sus emociones y otorgarle una esencia más personal a la exhibición. La descripción es entender al artista y su discurso.
Enlazado a la noción del arte como un área de refugio y catarsis para la creatividad de la mente, mostrar una visión regional y descentralizada sobre las distintas expresiones en México es una prioridad para Trámite.
Por ello, los artistas que participan en la edición de este año se desempeñan simultáneamente como representantes sociales, políticos y culturales en sus regiones natales. Algunos de los nombres que resuenan son Rubén Méndez y Colectivo Hilos, de Guadalajara, Jalisco; Obra Negra de la CDMX y Garage León, entre otros.
Trámite, en su edición Refugio se celebra desde el 4 de noviembre y concluirá el próximo día 8 en dos sedes: La Galería Jesús Gallardo y la Plaza de Gallos, en León, Guanajuato.