Esto no es Berlín

Por: Naomi Ferrari

México 1986: El país era el anfitrión de la copa mundial de fútbol, y hacía un año que el terremoto había sacudido miles de vidas en la capital, no obstante, sucedía más que eso, en el aire se respiraba resentimiento y vulnerabilidad. Una mezcla que detonó en una movida contracultural, artística y “psicomágica”, como lo define Hari Sama, director de Esto no es Berlín. Cinta que forma parte de la Selección Oficial de Cine de Morelia, y la cual se encuentra en competencia dentro de la categoría de Largometraje Mexicano.

Carlos (Xabiani Ponce de León) es un estudiante de 17 años y una pieza que parece no encajar en el rompecabezas familiar y amistoso, hasta que una ida clandestina al bar “Aztec”, en compañía de su mejor amigo Gera (José Antonio Toledano), y la banda de su hermana Rita (Ximena Romo) cambia su perspectiva, y por ende, sus intereses.

La juventud, la música en LP’s, las drogas, los performances, la liberación sexual, y aquella eterna nostalgia de los ochenta encabezada por un ferviente amor por el postpunk: “Ese es el soundtrack de mi vida, la adolescencia te marca de una forma muy contundente […] Con lo que creciste se te queda como tatuado, yo soy postpunk de sangre”, afirma el director, quien además de ofrecer una degustación musical, muestra una parte autobiográfica, experiencias que confiesa haber vivido a flor de piel, sumado a una interpretación frente a la cámara.

Cuando se trata de manifestar una historia tan personal ante los ojos ajenos, es imposible no sentirse vulnerables, pero para su creador, paradójicamente, es esa misma vulnerabilidad la que te empodera y te permite hablar de un pasado, que parece estar más presente que nunca.

Varda por Agnès

Por: Ana Fer Torres

Tres palabras, tres conceptos, tres motivaciones son las que mantuvieron a la icónica Agnès Varda curiosa y emprendiendo proyectos hasta su muerte: Inspiración. Creación. Compartir.

Esta edición del FICM ofrece una retrospectiva muy especial en cuanto a la carrera de la directora y guionista Agnès Varda. Dentro del marco de este homenaje, la productora e hija de la cineasta, Rosalie Varda, presentó el estreno nacional de Varda por Agnès, último largometraje de la realizadora belga. Agnès Varda es conocida por ser una de las pocas representantes femeninas de la nueva ola francesa, y a sus casi 91 años alcanzó a presentar este documental en la Berlinale 2019 antes de su fallecimiento.

En forma de una masterclass sobre lo que el cine representa para ella y el impacto que su trabajo ha tenido en los movimientos sociales y culturales (dentro y fuera de Francia), Varda hace un recorrido por su trayectoria artística, fotográfica y cinematográfica para platicarnos sobre su inspiración, su proceso de creación y más que nada, compartir con su público las historias, recuerdos y la honestidad detrás de sus obras. Utilizando desde material de archivo hasta secuencias de sus propias películas, Agnès Varda muestra los momentos más importantes de su obra, las anécdotas curiosas y las enseñanzas que obtuvo de todos estos procesos.

Aunque Agnès partió de la tierra, dejó este último trabajo tan conmovedor como legado. Un trabajo que busca unir a las personas, sin importar edad u oficio, inspirándonos a mantener la curiosidad y hacer las cosas que nos llenan. Sin lugar a dudas fue - y será siempre - una de las narradoras más interesantes del cine, una directora llena de propuestas, de creatividad total.

Rosetta

Por: Salvador Nito Wong

A veinte años de llevarse la Palma de oro en Cannes, Luc Dardenne visitó el Festival Internacional de Cine de Morelia para presentar su película Rosetta. Una cinta que narra la lucha de una adolescente por encontrar un trabajo estable, y más que eso, tener una vida normal. Antes de la presentación, el realizador belga fue galardonado con la medalla de la Filmoteca de la UNAM, misma que es formada con la plata extraída de los celuloides de película.

Con un estilo caótico, caracterizado por el uso de planos secuencias con cámara en mano y lentes telefoto; Luc y su hermano Jean Pierre evocan una sensación de constante angustia. Al igual que Rosetta, la audiencia no descansa y se encuentra continuamente al borde de la crisis. Con una actuación formidable de Émilie Dequenne que le mereció el premio a mejor actriz en Cannes en 1999.

Rosetta permanece como una pieza clave de la filmografía de la Bélgica contemporánea. Una cinta tan inquietante como humana. Lleva a reflexionar sobre el sistema económico predominante y la división social que puede provocar. Donde como dijo Luc Dardenne en su presentación “Rosetta sólo quiere pertenecer a una comunidad de la cual siente que ha sido excluida”.

Cléo de 5 a 7

Por: Irene Adad

“Cléo de 17 h. 05 a 17 h. 08.” Durante una hora y media, nos sumergimos en la cotidianidad de Cléo (Corinne Marchand), cantante que espera los resultados de una biopsia, que estarán listos a las 06:30. El filme dirigido por Agnès Varda en 1962 muestra, en palabras de la directora, el tiempo subjetivo y objetivo. Además de reflejar los sentimientos y cambios del personaje principal.

Evidentemente, Cléo sabe que es una mujer hermosa. A pesar de esto, hay momentos de incomodidad cuando imagina cómo es percibida por la gente. Así, la película está dividida en dos partes de 45 minutos cada una. En la primera, Cléo es observada por los demás; en la segunda, Cléo es quien observa. Por este medio, Varda hace consciente tanto al personaje principal como al espectador de la mirada. Cléo de 5 a 7, forma parte del homenaje a la cineasta francesa en la 17º edición del FICM.