Todos "ganan" en el 3er Debate Chilango
Algunos habitantes de la Ciudad de México fueron testigos de un evento histórico ayer por la noche: el tercer y último debate de los candidatos a la jefatura de gobierno para el antiguo Distrito Federal. Muchos de quienes lo sintonizaron lo hicieron a través de las pantallas dispuestas en los andenes del Sistema de Transporte Colectivo Metro, mientras esperaban un vagón que los llevara a su destino. Mientras los usuarios tenían un ojo al televisor elevado y otro a sus celulares, bolsas y carteras —asegurándose que fueran inaccesibles a la acostumbrada delincuencia dentro del transporte público—, los siete contendientes por la Ciudad discutían si lo necesario para el mantenimiento del metro son 100 o 50 kilómetros más.
"A nadie le gusta hablar de su ex".
Eso respondió la candidata Claudia Sheinbaum, de la coalición Juntos Haremos Historia, ante el cuestionamiento de la candidata Alejandra Barrales (por Ciudad al Frente, PRD-PAN-Movimiento Ciudadano) sobre Carlos Imaz, ex esposo de la "morenista", quien siendo delegado de Tlalpan, recibió cerca de 350,000 pesos por parte del empresario Carlos Ahumada. Ambos, Sheinbaum e Imaz, estudiaron en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se conocieron en 1986. Se casaron, participaron en la fundación de uno de los partidos políticos más importantes del país, el PRD, y tuvieron dos hijos. Se divorciaron en el 2016.
Siete candidatos sentados en media luna frente a cámaras y micrófonos que transmitían a la televisión pública y privada, redes sociales, radio y las ya mencionadas pantallas del metro de la Ciudad, evadían las preguntas de los moderadores para exponer su agenda o atacar a contrincantes.
"Si no saben, que les cuenten sus papás".
Decía el candidato vestido de superhéroe, Marco Rascón, a su llegada al Canal 11, luego de que se desabrochara la camisa para enseñar el logo de Superbarrio, personaje icónico que lo colocó como figura popular y de protesta.
Rascón parecía inicialmente desinteresado en participar en las acusaciones entre sus contrincantes. Incluso, les ofreció trabajo en caso de que él llegara al gobierno de la ciudad. Luego, se contagió. Cuestionó severamente a Mikel Arriola, del PRI: "¿cómo puedes dormir en las noches siendo priista?"
Al final, en un giro inesperado y durante su despedida, no llamó a los ciudadanos a votar por él para jefe de gobierno de la CDMX, sino a votar por María de Jesús Patricio, para la Presidencia de la República, a pesar de que no logró llegar a la candidatura. Rascón defendió la autonomía de los pueblos originarios. También pidió no votar por Andrés Manuel López Obrador, considerando que el nuevo "priismo" es el "lopezobradorismo".
Parecía que todos estaban contra Sheinmabum, pero la única que le gritó fue Purificación Carpinteyro, del partido Nueva Alianza, quien cuestionaba la capacidad de su opositora para digitalizar los trámites:
"Claudia, serás muy científica, pero de Internet no tienes ni idea. ¿Sabes qué es el Big Data? (...) Hablas de digitalización y ni siquiera sabes qué son las apps. Háblame del internet de las cosas. ¿Sabes para qué sirve? ¡Contéstame!"
Un día después, todos recuerdan que le tronó los dedos a la puntera. Nadie habla de sus propuestas.
Por su parte, Mariana Boy, del Partido Verde Ecologista y Mikel Arriola, se esforzaban por borrar las suposiciones de que sus partidos solo están separados en apariencia. Fueron evidentes los guiños a diferentes entrevistas e incluso, debates pasados: los dos declararon que no votarían por el otro. Los ataques fueron sosos: él copia las propuestas de ella y ella solo las lee porque no las sabe explicar.
Lorena Osornio, la única candidata independiente, reforzaba su discurso una y otra vez en cada intervención: todos estamos cansados de los partidos políticos. Fin.
Y como siempre, al finalizar el encuentro, todos ganaron: Alejandra Barrales demostraba con una encuesta impresa —de la que luego se deslindó después el diario Publimetro—, que solo iba debajo de Claudia Sheinbaum por .7%; Mikel Arriola aseguraba, justificado por Massive Caller, que iba 13 puntos arriba de Barrales y 10 debajo de Sheinbaum. Los dos declaraban que la candidata de Morena tenía miedo, pues sabía que iba a perder, mientras que ella los invitaba a hacer sus maletas.
Otro gran espectáculo, memorable sólo para los memes, la televisión y las redes sociales