Los conciertos surgieron como un producto para promocionar el disco más reciente de una banda o artista. Tiempo después, por el incremento en la demanda de piratería, los discos promoverían la venta de boletos para los conciertos. Hoy, aquellos artistas que lo hacen bien, son los que ofrecen presentaciones en vivo como un producto totalmente aparte de su música.Varios lo han alcanzado, entre ellos, The xx, que dieron dos conciertos en el Auditorio Blackberry.
Esta banda, que constantemente crea con su música una atmósfera que asimila el clima londinense -melancólico, tranquilo, impredecible-, estrenó su segundo y muy anticipado álbum de estudio Coexist (Young Turks, 2012) hace unos meses. Éste sería el protagonista de los shows, que estaban totalmente sold out.
Era difícil saber qué esperar de una presentación en vivo de The xx (además de, por supuesto, algo épico) Comenzaron con "Angels", primer sencillo de Coexist, y una cortina frente a ellos con visuales abstractos proyectados en ella, que poco tiempo después cayó dramáticamente para revelar a los tres integrantes de The xx.
La experiencia de ver a esta banda en vivo es una totalmente envolvente; las luces jugaron una parte importantísima en ella, junto con los visuales que recrearon la icónica textura de la X en la portada correspondiente a Coexist. Enamoraron con la vista al público.Por supuesto, ese enamoramiento visual fue acompañado por el auditivo. Por sí solas, las canciones de The xx evocan profundos sentimientos, y en vivo lo hacen exponencialmente. El más intenso -y menos obvio al pensar en sus melancólicas letras- fue el de bailar cual antro.
Los momentos cumbre se los llevaron las canciones del primer disco, como "Heart Skipped a Beat", "Basic Space", "Islands"e "Intro"; de Coexist los dos sencillos "Angels" y "Chained". Pero el clímax de la noche sucedió cuando cayó la cortina de fondo: se reveló una estructura cerrada en forma de X con focos de LED que poco a poco se llenó de hielo seco; acto que fue acompañado por la canción "Infinty", justo antes del encore. El público simplemente estalló en gritos de emoción.
Definitivamente, The xx se colocó en el top de conciertos del año: una experiencia completa y multisensorial. Considérense afortunados aquellos que presenciaron al talentoso Jamie xx y compañía hacer retumbar hasta los rincones emocionales más rígidos y profundos dentro de uno.
Fotos por Rodrigo Fernandez de la Garza "Fo"