En el 2011 Siria vio el nacimiento de numerosas protestas en contra del régimen de Bashar Al-Assad. El levantamiento pacífico de la ciudadanía se convirtió en uno activamente violento a raíz de que el entonces mandatario envió a sus tropas a reprimir las demostraciones revolucionarias. Los frentes de batalla eran numerosos y esto obligó a que el poder militar del estado se enfocara en sólo algunas ciudades de Siria.