¿Cuándo se ha encontrado un momento creativo? ¿Acaso todos contamos con un foco que se prende y nos indica el camino? En la plática Ser, tener o morir por una idea quedó claro que nada es sencillo.
Cuando uno tiene un fuerte deseo por concretar algo, se requiere de dedicación, valentía e ideas fallidas para llegar al objetivo deseado, aún si uno no sabe a ciencia cierta cuál es.
¿Acaso las ideas mueren o lo que se va son las ganas en uno? ¿Ambos? Definitivamente los dos. Las ideas no sólo viven, también llegan a morir de forma ineludible, se transforman, son dejadas de lado, se proyectan en las de alguien más (con las que se puede ser más feliz), y finalmente, dan resultados inesperados.
Uno tiene un momento creativo cuando se sabe que se quiere hacer algo, y se piensa en cómo, así es como uno sólo decide de que manera vive su idea, tristemente no el éxito de ella.