Dentro del imagen que los géneros cinematográficos han ayudado a construir desde que se diseñaron como categorías temáticas a finales de los años veinte tal vez la más compleja y controvertida sea la desarrollado por el cine musical. Pensar en películas que dependan y dialoguen con la música para que su narrativa funcione, y que al mismo tiempo no detengan su relato con el pretexto de que sus protagonistas canten, nos llevan a concluir que en los tiempos que vivimos no es fácil encontrar buen cine de este tipo.
Encumbrada en lo más alto de esta categoría entre lo estrenado en los meses recientes en nuestro país se encuentra la cinta francesa La familia Bélier.
Dirigida por Eric Lartigau e interpretada brillantemente por los experimentados Karin Viard y François Damiens, y la joven y talentosa Louane Emera, la cinta cuenta la peculiar historia de Paula, una encantadora adolescente que ama cantar. Un asunto que no tendría nada de particular si no fuera porque la muchacha creció y ha vivido en el seno de una familia de sordomudos.
Utilizando el sonido en sus dimensiones objetiva y subjetiva de una manera brillante y tomando como hilo narrativo la música en su carácter diegético para contar la historia, La familia Bélier es una muestra de cómo una banda sonora puede convertirse en la esencia de un filme.
Lo que para muchos parecería el principal obstáculo para la comunicación -contar y comunicar a partir de la música cuando buena parte de los personajes principales no pueden oír- se convierte, en manos de un director inteligente como Lartigau y responsables de la música como Evgueni y Sacha Galperine, en el principal atributo de la película.
Así, clásicos de la canción popular francesa de los setenta que fueron inmortalizados por Michel Sardou como "Je vole", "Je vais t'aimer" o "La java de Broadway" se convierten, gracias a la espectacular interpretación de Louane Emera -debutante en cine y descubierta para el papel en la versión francesa del concurso de talento La voz-, en poderosos momentos que maravillan y emocionan.
Recordándonos que la música en el cine es mucho más que una colección de composiciones de fondo que acompañan de vez en cuando a las imágenes, la banda sonora de La familia Bélier es un trabajo imperdible que nos invita a vibrar con lo mejor de la chanson francesa en una de sus mejores décadas.
@elmoremoreno