Cuando una relación te trasciende a ti mismo, llega un punto en el que estás tan acostumbrado a la otra persona que eres incapaz de hablar con alguien más. No es que no la quieras olvidar y dejarla ir, es que no puedes. Gracias a la sociedad y costumbres que nos han moldeado, muchos preferimos callar y vivir nuestro duelo solos, aislados completamente del mundo, a dejar que alguien nos vea vulnerables; tal como Theodore, en la gran obra de Spike Jonze, Her. Puedo hablar largo y tendido de esta película, pero esta vez me toca escribir sobre la música. Y sí, “The Moon Song”, con la voz de Karen O. es apabullante, capaz de poner en sus rodillas a cualquiera, pero hay todo un universo auditivo que se despliega detrás de la imagen que tal vez algunos no se han detenido a apreciar. Muchos le atribuyen el soundtrack a Arcade Fire, pero es en realidad trabajo de Owen Pallett y Will Butler, líder de la agrupación. Fueron ellos dos quienes dieron en el clavo con la esencia de la película, y quienes nos llevan a sentir que estamos ahí, en el mismo cuarto que ellos, escuchándolos tocar.
“Song on the Beach”, “Photograph”, “Dimensions”, piezas creadas a partir de un piano que parece entendernos; estrepitosas, suben y bajan sin darnos mayor opción que sentir un escalofrío recorrer nuestra nuca y espalda. Si el dolor mezclado con esperanza sonara de alguna manera, probablemente sería algo parecido a esto. Hay algo especial en estos acordes que nos hacen revivir memorias e historias que solamente dos personas en el mundo pueden contar: nosotros mismos, y ese alguien más.
Miguel López Valdivia (@miguellvaldivia)