God Help the Girl es una película cuya paleta de colores pasteles, su lindo paisaje sonoro, sus personajes quirky y su trama completamente sacada de un manual de cómo ser hipster despide sólo un olor y aura sónica: Belle and Sebastian. El frontman de este grupo escocés, Stuart Murdoch, es el artífice de un curioso filme en dos sentidos clave: funge como director de la película y su compositor musical. La cinta sigue una historia simple: una chica con problemas psicológicos expresa sus pesares, fortunas y desventuras a través de música; inocente, amable y muy pegajosa música indie pop. Evidentemente, esta banda sonora provee el imaginario auditivo para vislumbrar una anécdota (y una ciudad, en este caso Glasgow) con un aura mágica, llena de personas tiernas y una sensación juvenil que parece sacada de las fantasías de Wes Anderson. Ya sea con actitudes tontuelas, personajes incidentales curiosos y una estética jamás decidida entre el musical y la película independiente, God Help the Girl expone una relación simbiótica entre los elementos visuales (la película parece fotografiada con un filtro de instagram) y la textura musical, haciendo una obvia alusión a toda una escena de indie pop.
El soundtrack, así como la música de Belle and Sebastian, aluden a ésta escena musical británica, donde no primaba la agresividad y el portento masculino, sino la armonía sensible, la tranquilidad rosa. A bandas como The Pastels, The Field Mice o Aztec Camera, que hacían música con una intención de encanto infantil, enamorados de la ternura y la belleza sutil. Canciones como “I’ll Have to Dance with Cassie” o “God Help the Girl” tienen este sello de Stuart Murdoch por toda la frente, con letras honestas sobre la vida cotidiana y la profunda ironía del suburbio urbano.
God Help the Girl, película y score, subsume todo un discurso de espíritu independiente, sensibilidad juvenil y amor ñoño a la belleza innata de las cosas. Así como una fotografía de instagram —que no busca la perfección estética, sino lo que es bonito e inmediato, lo que es tierno y fugaz—, la música de God Help the Girl no puede sino ser algo nada portentoso, pero siempre orgulloso de su aprecio por la lindura. En el argot del indie pop, God Help the Girl se regodea en ser twee as fuck.
Por @reecardough
https://open.spotify.com/album/5yrsORKXgwGlZU2PHGTGiM