Las letras no curan, pero sí acompañan. No sanan, pero sí modifican. Modificar la calidad del tiempo y la vida de los días es una de las mayores cualidades del arte Arnoldo Kraus
Ante la adversidad y el infortunio, el ser humano suele apelar a la catarsis que ofrece el mundo del arte. Afortunadamente, para nosotros simples mortales, muchos artistas recurren al consuelo de la creación artística para paliar sus diversos sufrimientos y malestares.
En el mundo occidental no hay adjetivo que designe la fatídica pérdida de un hijo. Es de suponerse que no hay cabida para tal atrocidad en el imaginario colectivo, simplemente no es un hecho concebible. Desafortunadamente para Nick Cave, el oscuro y taciturno caballero australiano, la tragedia tocó a su puerta el martes catorce de julio de 2015 y trastocó todo su mundo.
Silencio, duelo… Catarsis. Después de tres años de mutis, acrecentado por la pérdida de su hijo, Nick Cave & The Bad Seeds regresan con nuevo material discográfico y el plus de un largometraje.
https://www.youtube.com/watch?v=svru1jNLIK8
Skeleton Tree será el sucesor de Push the Sky Away (2013, Bad Seeds Ltd.), el lanzamiento oficial está programado para el próximo nueve de septiembre de 2016. Como antesala, Cave decidió lanzar el ocho de septiembre un apetitoso aperitivo: la emisión global de One More Time With Feelling (2016, Picture House Entertainment), cinta documental que retrata el trágico telón de fondo sobre el cual se cimentó el nuevo álbum de los Bad Seeds.
Bajo la batuta del director Andrew Dominik (The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, Chopper), el trailer oficial del documental muestra en tonos sepia a un ensimismado Nick Cave que toca el piano, un sonido sobrio y melancólico envuelve con sus notas el ambiente. La voz en off del líder de The Bad Seeds sirve como hilo conductor del metraje.
Un frágil, crudo y verdadero testimonio de un artista que intenta encontrar su camino a través de la oscuridad
Introspección, elegancia, nostalgia, melancolía, belleza y un par de obras descarnadas y crudas. Invariablemente, una se complementa con la otra.
El reloj camina con su inmutable paso, los días, las horas y los minutos están contados, sólo queda tener paciencia y esperar la llegada de estas joyas, cinceladas impecablemente por el maestro Cave y su gremio de artesanos.