Crónica de una separación anunciada: Shoot Out The Lights (Hannibal/1982) de Richard & Linda Thompson
El caso de Shoot out the lights da para mucha especulación. Vamos con un poco de contexto…
Richard y Linda Thompson tenían ya cinco títulos en su carrera discográfica. Estaban pasando por una baja en cuanto a la venta de sus discos. Su compañía disquera los despidió.
En 1980, Shoot out the lights se grabó casi exactamente igual a la versión que conocemos. Fue producido por Gerry Rafferty, que había tenido un par de éxitos con “Stuck in the middle” (revivida en un soundtrack de Quentin Tarantino) y “Baker Street”, que ocupó lugares altos en las listas de popularidad.
Te recomendamos: El descomunal talento de Thom Yorke en 9 canciones
El fandom que Rafferty profesaba a Thompson lo motivó a producir este disco que trató de vender a distintas disqueras sin éxito. En parte, el problema fue que lo ofreció a varias simultáneamente y no hubo quién se interesara por la producción. Se quedó en el congelador musical.
Finalmente, en 1982, Joe Boyd –que había trabajado con Richard en Fairport Convention– contrató a los Thompson para su incipiente disquera independiente Hannibal.
La producción de Rafferty, nunca fue del agrado de Richard. Rafferty creía en las producciones muy saturadas tipo Phil Spector, y Richard prefería la primera intención; grabaciones sin adornos, muy a la manera de “The Basher” de Nick Lowe.
Bajo el auspicio de Joe Boyd se regrabó el material que había sido escrito en 1980 aumentado dos canciones. Se grabó rápidamente y se prefirió ahorrar dinero para poder salir de gira.
Linda estaba embarazada de su tercer hijo y tenía problemas respiratorios, por lo que las canciones que ella había interpretado en la primera grabación ya no las pudo cantar; lo hizo Richard. Tal es el caso de lo que abre el disco: “Don’t Renege on our love”.
Lo primero que oímos es a Richard cantando: “¿Recuerdas cuando íbamos de la mano?/ ¿recuerdas que lo sellamos con una argolla de oro? / ahora esquivas mi mirada/ tu pulso es como fiebre / te tomo como una amante o una farsante. / No reniegues de nuestro amor”.
La respuesta musical es Linda cantando:
“Te entrego mis ataduras, mis grilletes / me sales con la misma cantaleta / estoy caminando sobre una cuerda / y me caigo”.
Desde la portada se siente la separación: Richard recargado en la pared y un retrato de la cara de Linda en lo alto. Por si esto no fuera suficiente, las canciones que llenan este disco son dignas de un doctorado del dolor. “Don’t Renege on our Love”, “Walking on a Wire”, “Man in need” ,“Wall of Death”, “Shoot Out The lights”.
Shoot out the lights es considerado como uno de los grandes discos de ruptura, un documento de desamor, tan profundo como lo es el Blood On The Tracks de Bob Dylan, lo curioso es que viene a ser una especie de premonición subconsciente porque a pesar de que el conjunto de estas canciones nos dan la idea absoluta del dolor por la pérdida y el desajuste amoroso, fue escrito antes del fin de este matrimonio.
Surge la pregunta si este es el arte de la canción profética, si las canciones se ajustaron a la circunstancia, o sencillamente es el estilo de canción que compone Richard.
El dolor como arte
El matrimonio de los Thompson terminó después de esta grabación. Para cuando se embarcaron en la gira de promoción del disco, ellos ya eran historia.
Esto hace todavía mas extraño este disco en apariencia autobiográfico. El conjunto de canciones dibuja una separación que cuando fueron escritas aún no sucedía.
Las composiciones son de una alta musicalidad, la formula es perfecta: comentarios feroces llenos de mala leche, seguidos por una línea de guitarra en tono amoroso que explica que tanto odio está generado por el amor.
Cuando apareció este disco no había nada con qué compararlo; es esencial. Las soluciones musicales de Thompson son impecables, la frágil voz de Linda le imprime la vulnerabilidad a este material.
Richard Thompson es uno de los guitarristas más distintivos e importantes del siglo XX, su estilo musical no esta basado en el blues, a diferencia de muchos de sus contemporáneos. Su maestría es innegable y una vez que lo conoces, lo identificas en cualquier grabación.
Shoot out the lights es uno de los mejores discos del rock según la crítica y la prensa especializada. Por ahí se dice que es su mejor disco. Vale la pena revisar la discografía anterior con Linda, y a futuro su gran carrera de solista.
Vengan a revisar conmigo este gran documento auditivo. A contemplar la oscuridad con Shoot out the lights, este sábado 8 de octubre a las cinco de la tarde en #Vintage909, una sesión de escucha a cargo de su muy sincera Delia M @Estoespop, por Ibero 90.9 FM.