¿Se logró hacer que el tiempo fluyera hacia atrás?
Hace unos días, una nota de “Scientific Reports” aseguró que un grupo de científicos, a través de una compleja serie de cálculos, logró que el tiempo fluyera hacia atrás por primera vez en una computadora cuántica. Esta noticia es revolucionaria, pero nos hace preguntarnos, ¿qué tan viable es esto? ¿Qué implicaciones tiene? Y más que nada, ¿se puede viajar en el tiempo?
Antes que nada, tenemos que aclarar un par de cosas. Según las leyes de la relatividad, y los estudios que se han hecho en las últimas décadas, sabemos que efectivamente es posible viajar en el tiempo, pero hasta dónde tenemos conocimiento, o por lo menos hasta donde nuestras leyes de la física llegan, sólo es posible viajar hacia el futuro y no hacia atrás y visitar el pasado.
Aquí es donde las leyes de la física cuántica entran en juego. Según la cuántica, en teoría, sí se puede revertir el tiempo, y por lo tanto, viajar al pasado. A pesar de esto, encontramos varios problemas: la cuántica sigue en pañales (lo cual hace que todo esto no sean más que hipótesis), esta teoría aplicaría sólo a partículas diminutas, y lo más complicado, sólo podría lograrse con una fuente de energía infinita… ¿o no?
La cuestión aquí es que la cuántica ha demostrado algo increíble: las cosas en el Universo se comportan como onda y partícula al mismo tiempo y el objeto en donde más claro se puede observar, es en los electrones. En el caso de estos mismos, sabemos también que están en todos lados y en ningún lugar al mismo tiempo. La ecuación de Schrödinger sirve justamente para calcular la posibilidad de que un electrón esté en un lugar específico.
Entonces, ¿qué es lo que se logró? Lo que estos científicos del Moscow Institute of Physics and Technology lograron, fue simular un proceso reversible en el que uno de estos electrones, tras moverse, se revirtiera a su posición original por una fracción de segundo, invirtiendo así de alguna manera el flujo del tiempo.
El ejemplo que ellos utilizan es el de un juego de billar. Lo que pasó en la simulación, o lo que sería su equivalente en el mundo que conocemos, fue como si una bola hubiera sido golpeada, se moviera siguiendo la ley de entropía del universo, y por una fracción de segundo, se revirtiera a donde estaba antes para después seguirse moviendo, viajando hacia “atrás” en el tiempo.
Esto, lamentablemente, no nos dice nada sobre posibles viajeros temporales, pero si nos ayuda a entender mucho mejor cómo funciona el flujo del tiempo, un concepto que la ciencia aún está sumamente lejos de comprender. También nos ayuda a entender mejor la cuántica, y por consecuencia, a mejorar el uso de las computadoras cuánticas que generan estos procesos.
La última conclusión a la que los científicos llegaron es que, en teoría, este proceso puede ocurrir de forma natural en el universo, pero las posibilidades de que ocurra sin ser simulado son tan escasas, que si ha ocurrido alguna vez en la larga edad del universo, estaría estadísticamente ocurriendo ahora, y no volvería a ocurrir en otros trece mil millones de años.
Este experimento fue un gran avance para la comunidad científica, pero aún nos deja muy lejos de saber exactamente qué es el tiempo y cómo funciona. Simulaciones parecidas que se hagan en el futuro irán precisando a la mecánica cuántica con la esperanza de que algún día descubramos cómo viajar en el tiempo y si los humanos lo podremos hacer.