A un mes de la invasión de Rusia a Ucrania, el mundo del deporte decidió penalizar las acciones de Vladimir Putin, presidente ruso. Las ligas de distintos deportes transmiten un mensaje como: “No a la invasión” o “No a la guerra”, dejando su protesta contra el conflicto.

La FIFA descalificó a Rusia y Bielorrusia de las eliminatorias para clasificar al mundial, cediendo sus lugares a otros países. Esto para, argumentó el Comité Olímpico Internacional, proteger la integridad y seguridad del resto de los países. También castigó a todos los equipos rusos de todos los torneos de futbol; la liga rusa permanece suspendida; los equipos que estaban en torneos UEFA también fueron descalificados, dándole acceso al equipo rival de avanzar sin tener que jugar. Equipos como el Manchester United rompieron contratos con patrocinadores rusos como con la aerolínea Aeroflot.

Además del futbol, otros deportes también reaccionaron. En la F1, la escudería Haas eliminó los colores de la bandera rusa del auto para el 2022. Mientras que los tenistas rusos competirán en el ATP 250, pero bajo las restricciones de presentarse sin bandera y sin himno, entre otros deportes.

Estas restricciones se traducen en pérdidas de 791 millones de dólares para Rusia, solamente por no estar en el mundial de Qatar 2022. De ese total, 400 millones son para el país campeón y el resto es para los equipos del país.

Los y las deportistas afectados por las sanciones reaccionaron protestando en contra de la guerra, excluyéndose de las ideas de su presidente. Con un mensaje escrito sobre el lente de una cámara de televisión diciendo “No war please”, el tenista Andrey Rublev manifestó su protesta al ganar la final del ATP el 26 de febrero de este año.