En la canción “Blockbuster Night, Part 1”, Killer Mike describe a Run The Jewels como: “murder, mayhem, melodic music / Psychotics use it then lose it, junkies simply abuse it” [asesinato, caos y música melódica / Psicópatas lo usan y lo pierden, los adictos simplemente abusan]. La dupla conformada por este rapero y el productor —también rapero— El-P, remite a una serie de paisajes que van del odio institucional al odio por el mainstream, y a veces el odio hacia uno mismo, visto por un periscopio sucio, lleno podredumbre y sarro.
Run The Jewels 2 —segunda producción de estos genios del hip hop— cercena la mente del escucha con versos agudos y filosos que navajean el cuerpo en momentos inesperados. Uno cree que está escuchando un disco agresivo, pero poco después pareciera que los raperos de este freakshow cuchillaron mortalmente a los escuchas, y luego dejaron los cadáveres en un barrio ojete para que vinieran dos vagabundos a orinar encima de ellos.
En este sentido, RTJ2 no se aleja de su predecesor (simplemente titulado Run The Jewels), pues cuenta con su especial toque de lo políticamente incorrecto, amenizado por las voces gruesas y portentosas de dos figuras claves del rap actual. El elemento transgresor puede observarse desde la portada (de ambos), donde aparecen dos manos desmembradas —en el caso del último, cubierta de vendas ensangrentadas—, una con señal de pistola mientras la otra sostiene una cadena de oro. Eso comunica una cosa nada más: esto se pone violento.
Run The Jewels 2 abre con “Jeopardy”, la cual comienza con un rugido de Killer Mike: “I'm finna bang this bitch the fuck out!”. Ésta es la mejor introducción ruidosa y violenta para uno de los álbumes más ruidosos y violentos del año. El track no se inhibe y es una presunción donde Killer Mike y El-P muestran sus pistolas y espadas más afiladas, un corte donde presumen de ser los mejores. Como “Jeopardy”, el disco hace una serie de entregas (que más bien parecen balazos de alto calibre), sobre quiénes son los mejores del juego hoy por hoy en el hip hop. Ya sea con versos de rima interna, o con imágenes ominosas sobre sus vidas de morales bajísimos (echándole humo de marihuana a niños bebés, etc.) RTJ2 no deja un segundo de respiro entre cada golpazo musical.
https://www.youtube.com/watch?v=pSU15Q1m_1E
No obstante, toda esta disonancia y mal gusto que retrata Run The Jewels en realidad suele justificarse luego con un ácido mensaje a la realidad. No importa qué tantas referencias a drogas y armas haya, los versos de Killer Mike y El-P nunca son realmente gratuitos, sino que siempre mantienen un fuerte vínculo con algún aspecto social que denuncian, ya sea pobreza, abuso de poder y la negligencia ante una sociedad destruida por las drogas. El ejemplo perfecto está en la canción “Lie, Cheat, Steal”, donde después de describir un caótico estilo de vida que lleva a la autodestrucción, El-P remata diciendo: “Cause death by electrocution seems like life in New York, isn’t it?” [porque la muerte por electrocución se parece a la vida en Nueva York, ¿no?].
De este modo, RTJ2 se vuelve un modelo del balance entre forma y fondo. Cada canción está hecha con una maestría de versos embonada a una producción que va de acuerdo a los temas tratados. “Blockbuster Night Part 1” es prueba de la gran manera que este dúo tiene para acoplar una rima desenfrenada, chusca e incendiaria con su producción psicótica y tétrica, con bajos profundos y procesados, sampleos disonantes y sonidos agudos que fluyen como ratitas tratando de escapar a un científico psicópata. “All Due Respect”, por su parte, combina imágenes como monjas en tríos sexuales, percusiones aceleradas de Travis Barker (baterista de Blink 182) e intenciones extáticas.
En RTJ2 los raperos se enaltecen de ser los mejores en un mundo podrido, de ser los tuertos en mundo de ciegos. A pesar de que varias de las canciones son brag tracks (canciones sobre presumir y denotar que son los mejores), esto lo remezclan entre sexo y religión, drogas en ambientes familiares, referencias sexuales excesivas/dolorosas, etcétera. Aún así, esto sirve como muestra de que vivimos en un curioso mundo lleno de contradicciones, que siempre hay mentiras por todas partes y, que a través del dolor y la amoralidad, se exprimen y se dejan ir (qué mejor momento para sacar un disco así). Para esto, la última canción del disco, “Angel Duster”: un llamado a los underdogs e ignorados en todo el mundo que comunica una sola cosa: el mundo podrá estar jodido, pero no todo está perdido.
https://www.youtube.com/watch?v=7dd5WaOA_pw
El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com