Por: David Segundo (@muranio22)
Hay grandes bandas que fueron confeccionadas como proyectos individuales; Tame Impala y Of Montreal vienen a la mente. En México ocurre este fenómeno con uno de los proyectos más interesantes del radar federal. Arturo Luna se viste con la piel de De Osos, un proyecto con fusiones de post-rock que recuerda a Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra, ambient que oscila en las tonalidades de The Range, y glitch de obsidiana. Los primeros acordes de la agrupación surgieron en un EP con dos canciones pasionales, Ruby.
De Osos ahora nos presenta un EP más complejo, Instrucciones para dejar ir. Es un manual que recuerda la afición de Cortázar para capacitar a un hombre a realizar una acción; un breviario para olvidar lo que corrompe al alma y enarbola el cuestionamiento metafísico.
Es momento de diseccionar el disco. Resulta difícil escuchar las canciones de manera individual, pues el álbum fluye como un todo: un instante constante. El sencillo “León” tiene un inicio con tonalidades electrónicas afines a ARCA. Existe una ruptura con una secuencia de vaivenes sónicos para concluir con un post rock intravenoso: la melodía precisa se incrusta en la piel. El espectador sólo quiere correr de manera intempestiva como en un larga toma cinematográfica. "Nova” deambula en una electrónica críptica. Pequeños estruendos son los encargados de marcar el compás. Sampleos de voces femeninas llevados a ecos con dejos de divinidad. Intermedio. “Algo. Siempre" es una estampa de un día de campo en un bosque de jacarandas. Las flores friccionan la piel, accionado las pulsiones rumbo a un cosmos lejano.
Es cautivadora la capacidad de De Osos para crear historias sin letra alguna en sus composiciones. La canción homónima hace hincapié en perder el control: cerrar los ojos, y flotar en el aire etéreo gracias a un piano. Un astronauta pierde su casco con oxígeno. Flota en el aire, no tiene miedo, disfruta el vértigo y se deja llevar por sus directrices . Tal vez un posible guiño a Hans Zimmer, Gravity, y al álbum The Space Project. “Kathy. H” es el hijo perdido del chillwave de Washed Out y la baja frecuencia tranquilizadora de Youth Lagoon. Canción con tintes épicos: la melodía se va hilvanando hasta explotar. El sosiego de la primera parte se vuelve un frenesí, un carnaval circense donde la batería es el maestro de ceremonias.
Instrucciones para dejar ir se suscribe como el mejor EP latinoamericano de la primera mitad del 2015: canciones para romper la tensión acumulada por la aspereza de la vida.