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[Reseña] The Vaccines - Come Of Age

Por Alanis Moon  

2010 fue el año en que se lanzaba una pregunta al aire:

What Did You Expect From The Vaccines?

Era prematuro. Muchos no sabían qué contestar. El material estaba ahí, y la difusión comenzaría. ¿Qué había de especial en el debut de cuatro londinenses que clamaban ser una banda de rock? En su mayoría, canciones rápidas con las que venía a la mente, sin esfuerzo, el frenesí de los Ramones y quizá la voz de Johnny Rotten de los memorables Sex Pistols. Pocas cuerdas, pero las correctas. No obstante, había algo más; representaban algo fresco en un mar de bandas inglesas que comenzaban a sonar monótonas. Una inyección de adrenalina al corazón de la madre Inglaterra. Y The Vaccines ascendieron. Rápido. Dos años y dos álbumes. Al parecer, la banda quiere crecer con los reflectores.

Play.

Una pared de sonido conocida llena la atmósfera. “No Hope” da comienzo y suena a The Vaccines, quizá se escuchan sutilmente más desnudos, con menos artimañas de post-producción en la voz e instrumentación; por momentos pareciera que Pete Doherty y Carl Barât decidieron volver y escuchamos lo nuevo de The Libertines. La letra se escucha joven, afectada por la especie de crisis de maduración que empieza por la mitad de los veinte. No hay esperanza, vaticinan.

 

 

“I Always Knew” lleva por nombre la segunda pista. Suena, por momentos, como alguna canción de banda en los albores de los sesenta, de las que se bailaban en los memorables bailes de graduación. Una batería que cabalga junto a un Justin Young menos acelerado- reflexivo incluso- Sus letras nunca han sido un despliegue de brillantez, más parecen ir perfecto con los ritmos que interpretan. Y las melodías son todavía atrapantes.

“Teenage Icon”, cuyo puente musical podría estar ubicado en Nueva York y con un tal Julian Casablancas en las voces, explota en un coro pegadizo que obliga a mover la cabeza a lo Ringo, y que pregona lo contrario a lo que se han convertido: íconos adolescentes. “All in Vein” deleita con cuerdas parecidas a la etapa post-beatle de Harrison. Una joya del pop. Por su parte, “Ghost Town” sorprende. ¿Podríamos llamarla western o rockabilly? Aquí ya no suenan a los Ramones, tampoco a los Strokes, ¿se podría llamar evolución?

Luego llega “Aftershave Ocean”, kame-hame-ha y knockout. Una melodía amable, voz dulce y coro meloso; el “rock inglés fresa” contagia hasta a los vacunados. “Weirdo” es una serena petición a-lo-Morrissey, que deja en claro, que a diferencia de Thom Yorke, Justin Young no es un "rarito". Llega la octava canción y después de tres que mostraban una cara desconocida de los ingleses, “Bad Mood” regresa con la guitarra punk, el retorno a la esencia del garage. Sí, siguen siendo la misma banda. Finalmente, arriba “Lonely World”. Se guardan la balada para el final. Un cierre redondo.

The Vaccines Come of Age nos presenta a una banda en proceso de encontrar un sonido propio. Poco a poco parecen fusionarse géneros que están por crear algo magnífico. El estandarte “vaccinesco” comienza a ser tejido. Gran disco para disfrutar, con varios ritmos que captarán al cerebro y que saldrán, sin previo aviso, como un tarareo mientras se hace la tarea o se espera pacientemente a que traigan el café.

Sí, siguen madurando… ¿qué esperaban de The Vaccines?

Vintage Festival

Café Tacvba @ Plaza Condesa