[Reseña] The Knife - Shaking The Habitual

All around us things are howling and then we stand on the pier end. The light is pink and green and pink and green. It reminds us of home—like we imagine it could be/ Alrededor de nosotros las cosas están aullando y luego nos paramos al borde del muelle. La luz es rosa y verde y rosa y verde. Nos recuerda a casacomo imaginamos que podría ser.”

 

La anterior es una parte inquietante y confusa del manifiesto que publicó The Knife para explicar de forma muy codificada los orígenes de su nuevo álbum. La luz que ven los hermanos Dreijer tiene tintes sobrenaturales que despiertan una necesidad de cruzar el agua y llegar al otro lado del embarcadero. Shaking The Habitual –titulado así por una frase de Michel Foucault– tiene el mismo efecto; el disco es una especie de protesta o necesidad de cambio en la forma de un caleidoscopio que permite ver el mundo a través de visiones abrumadoras y distintas a lo que se considera “normal”.

 

 

The Knife ya no se esconde detrás de las –ahora populares– máscaras de sus integrantes, pues según Karin Dreijer “algo que debía cuestionar la identidad y la fama se convirtió en un producto comercial, en una institución”. Y ya que se mencionan las instituciones, la esencia de Shaking The Habitual parece ser debatir lo establecido, las normas y el poder.

Aquí el concepto de la “familia nuclear” es explícitamente desechado, la letra “F” en The Knife es cambiada por su versión en cirílico (Ф) y el enfermizo capitalismo actual se ve amenazado por un ingenioso cómic que ridiculiza la riqueza extrema y la plantea como la verdadera causa del desgraciado estado en el que se encuentra el planeta.

Claro que el consumismo histérico no es lo único que critica The Knife. “Full Of Fire”, el primer sencillo del disco, trata abiertamente el tema de la libre sexualidad. “Let’s talk about gender, baby/ Hablemos sobre géneros, bebé.” Con un video de Marit Östberg –directora que ve la pornografía como una expresión creativa y revolucionaria– la canción pretende darle voz a las minorías LGBT y ofrecer su propia versión de una historia comúnmente contada por hombres blancos. Igualmente desafiante, el segundo sencillo “A Tooth For An Eye” cuestiona a las figuras de autoridad y lanza al aire una pregunta: ¿qué tenemos que aprender de aquellos a los que consideramos inferiores?

 

 

La musicalización es igual de violenta; en este álbum los instrumentos tradicionales son minoría en un universo dominado por sonidos casi improvisados, cosa que se hace evidente en el esquizofrénico tono de “Fracking Fluid Injection”. Y por si la enajenación aún no fuera suficiente, a Shaking The Habitual le queda muy poco del estallido pop que estaba presente en materiales anteriores de The Knife como Deep Cuts (2003) o Silent Shout (2006). Aunque los sencillos sí podrían disfrazar al disco como algo más comercial, tracks como “Old Dreams Waiting To Be Realized” (que toman inspiración de la ópera y duran casi 20 mintuos) anulan cualquier posibilidad de agobiante sobreexposición.

The Knife impone un reto ante el mundo después de haber puesto sus propias manos al fuego. Los Dreijer crearon un álbum producto de haberse lanzado a aguas inciertas en plena oscuridad con la única esperanza de encontrar luces de matices distintos que destrocen la monotonía y la falsa seguridad. Con el mismo rugido de la niña que lidera a un séquito de hombres en el visual para “A Tooth For An Eye”, Shaking The Habitual es ese chiquillo poderoso pero inocente que grita “I’m telling you stories, trust me/ Te estoy contando historias, confía en mí”.

Listening Party: Queens of the Stone Age

Lotería Beats 064