Londres no es la ciudad perfecta que apuntan las películas y algunos libros románticos. A pesar de que es imposible cuestionar su belleza, esta urbe cuenta con un extraño fenómeno: aproximadamente el 70% de los días llueve. Esto genera que la imponencia del Big Ben o el río Támesis sean ligeramente opacadas por un constante cielo grisáceo. Este obscuro contexto climatológico embona perfectamente con Savages: un cuarteto de mujeres que nos transportan a la Inglaterra de los ochenta, donde Joy Division, Gang Of Four, y Killing Joke eran los grandes referentes de la música británica. El post-punk fue un éxito en su época debido a que combinaba géneros que anteriormente habían repercutido en el desarrollo musical inglés, como el ríspido movimiento punk de los setenta, los sintetizadores kraut provenientes de Alemania, y el toque dub que llegaba desde las costas de Jamaica. Savages empezó a tocar a principios de 2012. A finales del año lanzaron I Am Here (Piccadilly Records), un EP en vivo que demostraba que no eran un banda de one-hit wonder, y que les permitió estar nominadas para BBC Sound Of 2013.
Algo muy interesante de la banda es que tienen sus propios manifestos, que permite conocer la ideología de la banda. Por ejemplo en un texto que explican el nombre de su primer disco Silence Yourself: “Antes el mundo era un lugar silencioso. Ahora tiene muchas voces. Y el sonido es una constante distracción. [...] Después de deconstruir todo. Debemos de pensar la manera de conjuntar todo nuevamente. Silence Yourself”.
“Shut Up” abre el disco con un bajo dominante que recuerda a Killing Joke, mientras que “I Am Here” es una composición oscura que cuenta con una redobles de bateria in crescendo, y que sirve como una catártica manera de expresar la pertenencia a la sociedad; aunque no todos los temas de Savages son existenciales; por ejemplo “Waiting For A Sign” discute acerca de las pistas de amor correspondido que nunca llegan, mediante un lo-fi preciso, que no se pierde en marismas de distorsión. Sin lugar a duda “Husbands” es la mejor canción del disco, y donde la vocalista Jehnny Bett nos muestra los diversos tonos que puede alcanzar mientras su voz actúa como camaleón durante el coro.
A pesar de que se tiene a catalogar a Savages como un grupo post-punk, no todas sus composiciones siguen esa línea. Por un lado, “Strife” es una mezcla de cadencia psicodélica y art-rock que recuerda a The Velvet Underground, mientras que “Marshal Dear” es una composición sosegada que utiliza elementos poco ortodoxos, como un solo de clarinete. El único problema que tiene Silence Yourself es que a primera vista puede resultar bastante repetitivo, y se tiene que escuchar detenidamente para sacarle todo el jugo posible.
Lo salvaje se puede catalogar como algo que rompe con los parámetros de lo “correcto” en una sociedad. En el primer manifesto de la banda concluye con estas palabras: “Las canciones de Savages buscan recordar que los seres humanos no han evolucionado mucho, que la música puede ir directamente al punto, ser eficiente y excitante.” No hay normas o reglas que afecten este sonido londinense. No hay que ir muy lejos para encontramos ante música estruendosa que se encuentra perfectamente ejecutada. Esto da rienda suelta a una especie de salvajismo donde lo único importante es lo rápido que palpita el corazón, permitiendo una sensación de libertad a través de sonidos.