¿Cuántas veces podemos escuchar el mismo cuento? ¿Qué es más importante en el cine, la anécdota o cómo se narra?¿Qué hace clásica a una historia? Para todas esas preguntas y más parece tener respuesta Pablo Berger, nueva figura revelación de la industria cinematográfica española que ha sorprendido a propios y extraños con su película muda Blancanieves.
Gran triunfadora de los Goyas -se llevó 10 de los 17 premios de la academia española del cine a los que estaba nominada-, la segunda cinta de Berger es mucho más que una adaptación del montón del clásico de los hermanos Grimm.
Ambientada en la España de los años veinte y filmada en blanco y negro en formato de 16 milímetros, la historia de la niña abusada por una maldita madrastra va en este caso mucho más allá de lo convencional.
Como telón de fondo al cuento, se revela el ambiente taurino donde los enanos harán mojigangas en ruedos de poca monta y la imagen paterna se traducirá en un famoso matador que es cogido en su tarde más grande. Ante la muerte de una hermosa madre cantaora y la parálisis de su padre, Blancanieves tendrá que crecer al lado de su abuela para después sufrir la mala leche de la más mala de las madres substitutas.
Apoyada en un reparto sobresaliente -Daniel Gímenez Cacho, Angela Molina y Maribel Verdú brillantes y Sofía Oria y Macarena García sorprendentes- y en una cuidada fotografía y dirección de arte, lo más interesante de la cinta está más allá de sus méritos técnicos. Así, por encima del ejercicio de estilo y de los riesgos de alejarse del color y de hacer cine sin diálogos en nuestros días, Blancanieves funciona porque es cine puro.Cine de ese que nos obliga a sentarnos a la orilla de la butaca y nos conmueve.Del que nos emociona y nos recuerda lo que sentíamos ante los cuentos cuando eramos niños.
Así, no importa cuantas veces nos cuenten la misma historia.Siempre terminará por fascinarnos.
Blancanieves es parte de la selección oficial de la vigésimo octava edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara y, por mucho, mi favorita para llevarse varios premios y formar parte del palmarés al final del certamen.