Por Valeria Estrada
Como su música, las chicas de Au Revoir Simone son carismáticas, alegres y coloridas. Este fue el tipo de vibra que se hizo presente durante su concierto en el Auditorio Blackberry el pasado 14 de junio. A pesar de ya tener cuatro discos y cinco años de carrera, las neoyorquinas demostraron que no se necesita de una escenografía ostentosa o de gran parafernalia para presentar un buen concierto. En un escenario modesto, con luces tenues acordes a sus melodías y, por supuesto, sus tres sintetizadores, el trío logró capturar los oídos de su pequeña pero entusiasta audiencia.
En los conciertos normalmente se encuentra todo tipo de gente: desde los fanáticos número uno que se quedan sin respiración con tal de estar hasta adelante, hasta las personas que sólo van en busca de un buen rato acompañado por alcohol. En este caso no se encontraron tantos extremos, ya que todas las personas presentes eran evidentemente fieles seguidoras de la banda que mostraron su euforia a través de cantos, bailes, y piropos que se hicieron presentes durante toda la noche.
En una entrevista para Ibero 90.9, Erika Forster mencionó que normalmente les cuesta trabajo hacer el setlist ya que, con cuatro discos, es difícil escoger tan sólo 15 canciones que satisfagan a todos. Sin embargo, a juzgar por la reacción entusiasta del público, la selección del sábado dejó muy contentos a los fanáticos. Entre las canciones más distinguidas estuvieron “Another Likely Story”, “Tell Me”, “Somebody Who”, y por supuesto, “Knight of Wands” en el encore.
Lo que realmente hizo de esta una noche mágica fue el carisma que el trío emanó durante toda la noche. No sólo interactuaron con sus fanáticos durante el espectáculo, sino que, al terminar, se bajaron del escenario para vender playeras, dar autógrafos, y tomarse fotos con los afortunados. Es admirable que aún después de varios años de trayectoria, Au Revoir Simone permanezca una banda modesta, humide, y siempre encantadora.