Años y años de experiencia han hecho que la comedia francesa sea un producto cuyo resultado casi siempre tiende a ser satisfactorio . Ya sea a través de grandes actuaciones, guiones ingeniosos o propuestas visuales interesantes, la comedia francesa suele tomar algunas de estas características para entregar largometrajes muy jocosos. 9 Meses de Condena parece tomar todos los elementos anteriores y agregar un poquito a la mezcla. 9 Meses de Condena es una película en la misma vena de las producciones angloparlantes de Edgar Wright: edición psicótica, humor rápido e irreverente y un contraste entre la comedia visual y un guión achispado. El contenido parece estar orientado hacia un público adulto, por su repentino humor escatológico, descarado, absurdo y ágil; no obstante, está manejado con una dirección que jamás cae en lo vulgar o el mal gusto, simplemente es —en el mejor de los sentidos— incómoda a momentos.
El film cuenta la historia de Ariane Felder (interpretada por la magnífica Sandrine Kiberlain, quien ganó el Premio César a Mejor Actriz por esta interpretación), una jueza soltera de 40 años que, seis meses después de una desenfrenada noche de alcohol y malas decisiones, se da cuenta que está embarazada de un criminal a punto de entrar a juicio. Lo que inicia como un cómico relato de la alienación resulta en un esperpento que se debate entre la justicia y la comodidad.
Desde un inicio, la propuesta diferente de esta película se hace notar con un plano secuencia falso, pero con un nivel emotivo y de complejidad bastante notoria. Así mismo, la introducción al personaje principal presenta estos elementos de fugacidad, mientras que la dirección de Albert Dupontel (también actor en su filme) llena la película de encuadres chuecos y cortes en el lugar exacto para perpetuar este ambiente de una justicia torcida, pero funcional.
Aunque en un inicio, 9 Meses de Condena es un comiquísimo, muy rápido y desdeñoso largometraje, los estilos que le daban tanta unicidad poco a poco se desvanecen y nada más ocurren como atisbos espontáneos. No obstante, las actuaciones y algunas instancias del guión ayudan a que el filme continúe de manera sumamente complaciente e irrisoria. 9 Meses de Condena podrá no ser el mejor exponente de la comedia francesa, pero sí es un grandioso ejemplo de lo que las combinaciones valientes pueden lograr en un ambiente tan lleno de lo mismo.